Picaflor esmeralda,
mensajero sideral,
escucha mi alma que brama sediento:
Dile a la luna que en su lado oscuro fueron felices dos aves sin nido
dile al Misti que siga durmiendo que así nadie nace en vano
debajo de sus pies
dile al tiempo que se derrita o acelere que Cronos ha muerto
dile a los malditos celos que se pudran que su mejor habitad es
el limbo
dile a la soledad que sea buena amante que lo nuestro será
pasajero y fugaz
dile al deseo que lo único que ahora deseo es no desear
dile a la tercera ley de Newton que hay una memoria que no
quiere quedarse atrás
dile a la entropía que, no nada, igual todo se va a enfriar
dile a tus alas que no desfallezcan porque aún estamos
empezando
dile a la nostalgia que ya se deje morir que hay nuevas
memorias por construir
dile al Waytapallana que no se evapore que aún no es tiempo de
conocer a Wallallu
dile al quechua que no desfallezca que nació antes de Babel y
dile a Wiracocha que Kawillaka que se suicidó en la Via Lactea
y que desde ahí brilla mejor.
Picaflor esmeralda
mensajero cósmico,
libérate
vuelve a ser inmenso como antes.
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