adquiridas. En sus trabajos probaron que la escolaridad constituye uno de los determinantes más significativos del comportamiento de las curvas de ingresos de las personas.
Ellos demostraron también que una forma de capital humano no sólo es la educación en general( y la específica, como la capacitación en y para el trabajo) sino también la experiencia laboral. Ésta es una forma de capital humano porque las personas adquieren conocimientos derivados de la experiencia, y ésta, como cualquier otra forma de capital, puede irse depreciando con la edad, ya que los conocimientos pueden volverse obsoletos con el avance de la técnica.
Una forma de expresar lo anterior puede hacerse mediante la siguiente formulación:
y = f( s, t)( 2)
Donde“ s” es la variable que representa los años de escolaridad y“ t” la experiencia laboral. La experiencia laboral es una variable muy relacionada con la edad, ya que puede suponerse que a mayor edad, la experiencia o habilidad adquirida aumenta. Así, teóricamente, se esperaría que a mayor escolaridad y experiencia, la cual a su vez se incrementa con la edad, el nivel de ingresos de una persona aumentará.
Esta relación puede mostrarse mediante un diagrama. Suponiendo al caso de dos personas, la persona A sin escolaridad( S = 0) y B, un individuo con cierto nivel de escolaridad. Teóricamente se espera que las curvas de ingreso a largo plazo tomen las siguientes formas( figura 1):
La tasa de retorno de la escolaridad es definida, por la teoría del capital humano, como el incremento porcentual de los ingresos por cada año de estudio de las personas, de esta forma, suele ser considera como una medida del rendimiento monetario de la escolaridad. Ernst Berndt( 1996) hace una exposición bastante clara del mecanismo mediante el cual se explica el efecto de los rendimientos de la educación que desde la década de los sesenta expuso Jacob Mincer. A continuación se sigue la explicación de Berndt.
Sea Y 0 el ingreso obtenido por una persona con cero años de escolaridad, y Y 1 el obtenido – por esa misma persona- después de terminado el primer año de formación escolar. La tasa de retorno o rendimiento( r) de la educación durante el primer año de escolaridad( r 1
) puede escribirse como:
r 1
=( Y 1
−Y 0
) / Y 0
( 3)
Despejando( 3) en función de Y 1 se obtiene:
Y( 1 = Y0 1+ r1)
( 4)
De la misma manera, para el segundo año de educación, la tasa de retorno r 2 de las personas se definirá como: r =( Y2
−Y1)/
1 2
Y( 5)
Donde Y 2 es el ingreso después del segundo año de escolaridad. Despejando( 5) en función de Y 2
:
Y
2
= Y1( 1+ r2)
( 6)
Sustituyendo( 4) en( 6) se obtiene la Ecuación( 7):
Y
2
= Y1( 1+ r2) = Y0
( 1+ r1)( 1+ r2)
( 7)
Al cabo de“ s” años de escolaridad se tendría un ingreso Y s expresado como:
Y s
= Y0( 1+ r1)( 1+ r2) ⋅⋅⋅( 1+ rs)( 8)
Figura 1. Curvas de ingreso a largo plazo.
Ahora bien, suponiendo que las tasas de retorno sean iguales para cada año de escolaridad, es decir, que r 1
= r 2 = … = r s
= r se tiene:
El ingreso de B crecerá a partir de un cierto momento – cuando se integre al mercado laboral – y crecerá a una tasa mayor que la de una persona sin escolaridad, dado que para esta última, el ingreso sólo dependerá de la experiencia adquirida a lo largo del tiempo. Este ingreso aumentará a una tasa decreciente dado el supuesto de los rendimientos marginales decrecientes, que se presentan cuando la edad del individuo es cada vez mayor.
Determinación de la tasa de rendimiento de la educación
Y = Y 1+ r)( 1+ r) ⋅⋅⋅( 1+ r) = Y( 1 + r) s 0( 0 s
( 9)
Dado que es de suponerse también que“ r” es pequeña( menor a 1, porque las tasas de rendimiento de la educación es muy poco probable que sean superiores al 100 %), 1 + r puede aproximarse por e r, donde e es la base de los logaritmos naturales o neperianos 3. Es decir:
3 Para demostrar ello basta con dar valores hipotéticos a“ r” y observar cómo( 1 + r) es aproximadamente igual que e r:
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