Unidad 2. Gestión de riesgos de desastres. C7U2 | Page 8

Organización y capacitación. Construcción de viviendas resistentes al viento o fáciles de reconstruir. Fijación segura de los elementos que pueden volar y causar daño o lesiones en cualquier lugar, por ejemplo, láminas para techo, letreros, cercos, etc. Estados de preparación para tomar medidas en caso de tormenta. Buscar refugio en edificios sólidos resistentes al viento. Mantenerse informado por los medios de comunicación oficiales. Medidas de protección para los buques, contenido de edificios y otro tipo de propiedades en riesgo. 2.3 Sequía y desertificación La sequía es un lapso caracterizado por un prolongado y anormal déficit de humedad. Su magnitud, duración y severidad se consideran relativos, ya que sus efectos están directamente relacionados con las actividades humanas; es decir, si no hay requerimientos por satisfacer, aun habiendo carencia total de agua, la ocurrencia de la sequía es discutible. La sequía es un fenómeno meteorológico que ocurre cuando la precipitación, en un lapso, es menor que el promedio, y cuando esta deficiencia es lo suficientemente grande y prolongada como para causar impactos negativos en el ser humano. La desertificación está definida por la Convención de las Naciones Unidas de Lucha contra la Desertificación como “la degradación de las tierras de zonas áridas, semiáridas y subhúmedas secas, resultante de diversos factores, tales como las variaciones climáticas y las actividades humanas.” La desertificación es un elemento que influye cada vez más en la degradación ambiental del planeta y desempeña un papel importante en la contaminación del agua, el aire y el suelo, la deforestación, las pérdidas de suelo y el cambio climático. Contribuye sustancialmente a la pérdida de la diversidad biológica en el mundo. Fotografía 4. Ejemplo de un panorama de sequía Mecanismos de destrucción