Unidad 2. Gestión de riesgos de desastres. C7U2 | Page 12
Las fuerzas gravitacionales impuestas en las laderas exceden la fuerza deslizante del
terreno que lo mantienen en posición. El alto contenido de agua acrecienta el peso de la
tierra, aumentando la carga y disminuyendo la fuerza deslizante. En estas condiciones,
las lluvias abundantes o las inundaciones favorecen las condiciones para que sucedan
estos deslizamientos de tierra. El ángulo de la ladera en el cual el terreno es estable es
una propiedad física del terreno. Cortes profundos en ciertos tipos de suelos los vuelven
inestables. Aún los menores eventos pueden provocar derrumbes de suelos inestables:
tormentas, temblores o actividades humanas. La licuefacción se produce a causa de
vibraciones de terremotos en los suelos sueltos, generalmente con gran contenido de
agua.
Evaluación de la amenaza y técnicas de cartografía
Identificación de deslizamientos de tierra previos o fallas del terreno, mediante estudios
geotécnicos. Identificación de la probabilidad de sucesos desencadenantes tales como
terremotos. Trazado de mapas de los tipos de suelos (geología de la superficie) y
ángulos de las laderas (perfil topográfico). Trazado de mapas del agua potable,
hidrología y drenaje. Identificación de los terrenos de relleno artificiales, montículos
artificiales, fosos de desperdicios, cúmulos de lava esponjosa. Investigación de las
probabilidades de que un evento sea provocado.
Potencial para reducir la amenaza
Riesgo de deslizamientos de tierra en una ladera reducido mediante la formación de
ángulos de declive menos profundos (excavación de la capa superficial para reducir la
pendiente), aumentando el drenaje (drenaje profundo y escurrimiento superficial) y
trabajo de ingeniería (apilamiento, anclaje terrestre, muros de retención). La
construcción de ángulos menos profundos para malecones y cortes, terraplenes
inclinados y cobertura vegetal previenen la pérdida de materia superficial para darle
profundidad a la penetración de las raíces. El curso de los escombros, si se esperan, se
puede dirigir hacia canales construidos especialmente para ello. Barreras de protección
contra piedras (trincheras, represas con salidas controladas, barreras vivas) sirven para
proteger los asentamientos.
Inicio y advertencia
La mayoría de los deslizamientos de tierra ocurren gradualmente a una velocidad de
unos pocos centímetros por día. Las fallas súbitas pueden ocurrir sin advertencia. Los
desprendimientos de piedras son repentinos y ruidosos. El avance de los escombros es
repentino, pero indicios preliminares de material dan algún tiempo de advertencia si la
población está organizada y capacitada.
Elementos en mayor riesgo