UNA HERMENÉUTICA AL PENSAMIENTO DE NIETZSCHE Revista Virtual_C | Page 25
sometimiento y esclavitud al hombre, a través de los mandamientos y todo la normativa moral del
“deber ser” (Nietzsche, 2004, pp. 41 - 42).
La segunda conversión: Aquí, el
camello (el espíritu) se convierte en león, el
escenario de esta transformación, también es
el desierto. Refiere como aquel que lucha
por su libertad y volverse señor en su popio
desierto (su propia realidad - naturaleza).
También, el gran dragón lo refiere como figura metafórica a la moral <>, cuya fuente
es el señor y el dios, una dialéctica porque el espíritu del león dice <>, donde el
<> remite al último hombre, al hombre moral, a los hombres buenos y justos. Asocia
el hombre de Dios, “yo soy” con los valores y su creación – construcción, donde el hombre
encierra en sí todos los valores creados y confronta al propio “Cristo” como el sujeto creador de
los valores morales (Nietzsche, 2004, pp. 42 - 43). La característica del espírtu del león (rapaz) es
crearse libertad para un nuevo crear. Es decir, crearse libertad es volverse un no santo frente al
deber, el león no se ciñe al deber, robando el quedar libre de su amor (libre de cualquier carga
moral, de cualquier dependencia ante las leyes represivas)
La tercera conversión: Por último, el león se convierte en niño. Porque para Nietzsche, el
niño significa o refiere inocencia y olvido, un nuevo comienzo, juego, un primer movimiento, es
el mismo y propio eterno retorno, sin principio ni fin.