Estamos aquí Amelia, Mariana
Nos gustaría que nos com-
y yo, visitando a los muertos
partiera sus secretos, el motor
en su día. Esta costumbre es
que la movió a seguir perse-
la que más nos gusta de nues-
verando hasta que un rayo de
tro país, aparte de la danza de
esperanza se asomará en la
los viejitos, los huipiles y el te-
vida de su alumna. Nos gus-
quila. Somos tres maestras
taría tocarla, abrazarla, felici-
pensando en los que se nos
tarla y por qué no, tomarnos
adelantaron y por un mo-
un café con ella.
mento deseamos con el alma
que estuviera acompañándonos en cuerpo Anne Sullivan. Si alguien admiramos es
a ella, si alguien nos inspira es
cómo transformó la vida de la
pequeña Hellen.
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