E
ste filme es la increíble ópera prima de la
actriz convertida en directora, Jennifer Kent,
la cual también funge como escritora de este
brillante trabajo, el cual no costó más de dos
millones de dólares para su realización, pero
que, sin duda, es uno de los mejores filmes de
horror de los últimos años, veamos porque...
La terrorífica historia tiene una premisa que
no es nada del otro mundo, de hecho, es el cliché
de muchas películas y el motivo de las pesadillas
infantiles de muchos de nosotros.La cinta aborda la relación madre e hijo entre el pequeño Sam
(Noah Wiseman), un niño problema/desquiciante/
con un déficit de atención que sacaría de sus cabales a cualquiera, y la inestable madre de éste,
Amelia (Esssie Davis), una mujer consternada por
la muerte de su esposo tiempo atrás.
Si bien todo este embrollo inicia con la típica historia de terror en la que un niño le teme al
monstruo que habita debajo de su cama, el filme
toma un giro distinto cuando la madre le lee al
infante el cuento de The babadook, un ser terrorífico que habita detrás de alguna puerta, uno
que en cualquier momento podría ingresar a la
casa para llevárselo. Hasta aquí no hay nada de
extraordinario en la cinta, pero vaya, después de
estos treinta minutos de metraje la cosa se pone
mucho mejor.
La cinta hace referencias cinematográficas al
género de terror de los primeros años del cine,
ciertas imágenes nos remiten también al expresionismo alemán, por ejemplo al Gabinete del Dr.
Caligari. El diseño del tétrico libro de The Babadook
está muy allegado a este género artístico.
Nosotros te recomendamos que le subas el volúmen a tu televisor, tomes una Biblia y te prepares
para mojar la cama por las noches, ya que estás
a punto de entrar a una atmósfera, cruda, fría y
sombría que no te dejará dormir en mucho, mucho
tiempo, sobretodo después de escuchar aquellos
rasguños en la puerta ¡Ba ba dook dook d