MEPARODEPIE
E S P E C I A L
C
omo suele ser normal en una película de
éxito en taquilla, siempre surgen las secuelas y los imitadores, y en el caso de Gojira
(1954) no fue la excepción. La secuela directa a esta cinta sería “Godzilla Contraataca”
(Moyotoshi Oda, 1955), donde se obvia el desenlace
de la primera parte para presentarnos a Godzilla
en competencia con un nuevo monstruo, la tortuga Anguirus (para muchos el antecedente que
tomaría la casa productora Daiei para crear a su
monstruos insignia: Gamera en 1965).
Al año siguiente Godzilla llegaría a América y
la cinta original se reconstruiría de una manera
bestial, con nuevas escenas dirigidas por Terry O.
Morse e interpretadas por la estrella de la época
Raymond Burr. A pesar de las apariencias, y de la
eliminación de las connotaciones anti-americanas
que surgían por el tema atómico, la “nueva” cinta,
llamada “King of Monsters”, no fue un mal ejercicio,
cosa que no ocurriría con intentos posteriores ya
que casi todas las cintas clásicas de Godzilla fueron remontadas en los USA, convirtiéndolas en
verdaderos subproductos en muchas ocasiones
ridículos. Mientras tanto Honda vuelve al Kaiju
Eiga con la cinta “Rodan. Los hijos del volcán” y
empezaría a convertirse en lo que es hoy, uno de
los mayores exponentes del fantástico japonés
de todos los tiempos.