Sin duda una de las mayores demandas emanadas durante el año 2011 fue la gratuidad de nuestra educación, en la cual el Estado Chileno debe asumir un rol proveedor de sustentos necesarios para las universidades, llegando a generar así la gratuidad total de nuestros estudios, evitando el común y continuo endeudamiento de compañeros de aulas; sin embargo comprendemos que la gratuidad de nuestra educación es un proceso largo, cuya lucha debemos dar todos y cada uno de nosotros.
Hoy los estudiantes de Chile debemos comprender que la educación que queremos no sólo va por la gratuidad, recordemos que esta es una de las demandas estudiantiles, pero no la única. Dentro de las demandas un punto importante es la democracia estudiantil, que se basa en construir “comunidad” donde podamos coexistir de forma armónica con los demás actores y estamentos de nuestra universidad, donde logremos vincularnos entre profesores, estudiantes y funcionarios. Así mismo, es una donde los estudiantes seamos capaces de elegir a las autoridades que deciden nuestro futuro académico, entendiéndose esto como el voto en la elección de autoridades unipersonales. Sin embargo, sabemos muy bien que el tener voto en la elección de las autoridades no nos garantiza la real existencia de una democracia estudiantil, porque si bien nuestra voz es escuchada al ser transformada en un voto, la asimetría existente entre profesores y estudiantes es abismante. Es por eso que los estudiantes no solo queremos, como mencioné anteriormente, el voto, sino que también es nuestro deber trabajar por crear comunidad universitaria , a través de la activa participación de profesores y estudiantes en las discusiones, donde ambos sean igualmente importantes y donde el respeto se gane por la fuerza de las ideas antes que el grado académico.
Los estudiantes de la Universidad de la Frontera hemos levantado nuestra moral y confianza, teniendo pleno convencimiento de que debemos luchar para así poder vencer. Vemos un cambio de mirada en nosotros mismos, siendo críticos del modelo en el cual estamos inmersos, manifestando nuestro descontento y saliendo a las calles a expresar y exigir lo que nos corresponde.
¡Vamos compañeras y compañeros! ¡Porque depende de todos que la Ufro no se convierta en una empresa!