V I EN E D E LA PÁG. # 1 1 0
El jardinero junto con el arquitecto J ulius Hoffman comenzaron las labores para acondicionar los aposentos de la pareja imperial, inmediatamente.
�mparo ��me� destac� que en las memorias del jardinero se puede leer la impresión que causó en Maximiliano la vista del Valle Anáhuac desde Chapultepec e intentó cambiar el nombre del castillo por el de �iravalle, como su edificación del de Miramar, pero la tradición se impuso y siguieron llamándole por su nombre original.
Entre los planes que Maximiliano no pudo concluir, estaba la construcción de un parque en Chapultepec, al estilo de las residencias europeas, un área con avenidas, glorietas y esculturas de grandes m�sicos, pintores y fil�so�os�
El archiduque fue admirador de la cultura prehispánica y quiso construir una pirámide cercana al castillo, además de que comisionó a una persona para que fuera a Egipto a traer varios ejemplos de la escultura y arquitectura antiguas.
La investigadora recordó que durante el proceso de reconstrucción del Castillo de Chapultepec, que concluyó en el año 2000, se tuvo que viajar hasta Viena, Austria, para consultar parte del archivo del archiduque de Habsburgo, en estos encontr� que para construir el jard�n privado de �hapultepec �ue necesario subir �a lomo de mulas cientos de costales con tierra�� �ambi�n se trajeron plantas, �ores y �rboles e��ticos que se hab�an coleccionado durante el viaje de arribo� �oy el jard�n se ha rescatado gracias al plano que se encontró en Viena.
En tanto, las memorias de K nechtel, que le fueron entregadas a �mparo ��me� por el especialista �onrad �at�, han contribuido para seguir dilucidando la historia de mediados del siglo X I X.
La traductora Susanne I gler explicó que la suma de textos como los de K nechtel, arrojan luz sobre la vida cotidiana y los sucesos de la corte de Maximiliano.
Entre los textos se pueden señalar los apuntes del médico, del secretario particular y de algunos aristócratas como Paula �olonit�, dama de compa��a de �arlota, la princesa �gnes �alm��alm o el pr�ncipe �arl �hevenh�ller, quien �orm� parte del Cuerpo de Voluntarios Austriacos.
�nechtel presenci� la visita que hi�o un grupo de ind�genas ki ka poos a Chapultepec para entrevistarse con Maximiliano; en 186 fue testigo de la intempestiva salida de los bienes del emperador de Cuernavaca y la interrupción de los trabajos en la casa del Olindo por falta de recursos.
En 1867, atrapado en la ciudad de México, K nechtel no pudo seguir al gobernante austriaco, en sus memorias se puede leer� ��i prop�sito era salir por lo menos de la cintura del sitio de la capital� luego ya ver�a c�mo llegar a �uer�taro��
Reseñó que el 21 de junio los liberales entraron en la capital y el �mperio dej� de e�istir, todo se hab�a derrumbado� �nos d�as m�s tarde redact�� ��s� cay� otra ve� el tel�n despu�s de un acto tan doloroso y sangriento de la historia mundial, cuyo fin no se auguraba de esta manera��
En julio de 1867, K nechtel logró huir de México a bordo del barco �Eli�abeth� que lo conducir�a con �a�imiliano al e�ilio� Una vez superado el episodio en México, el jardinero terminó sus d�as como director bot�nico del rey de �umania y pro�esor en la Escuela Agraria Ferestreu en Bucarest.
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