Turismo Religioso en Tegucigalpa Revista Un Viaje de fé alta calidad | Page 6
Tradiciones y Devociones
MEZCLA DE TRADICIONES CRISTIANAS E INDÍGENAS.
O
tros
poblados
en
el
occidente hondureño como
Nueva Celilac, Ilama, Gualala
y Chinda en Santa Bárbara,
realizan actos en los que combinan
las celebraciones cristianas con
tradiciones propias de los indígenas
lencos.
Las visitas y encuentros entre pueblos
y sus imágenes religiosas también
mezclan las bebidas y comidas
autóctonas, especialmente a base de
maíz.
Comunidades como Taulabé y
Jaitique en la región central también
realizan su Guancasco denominado
Viernes de Dolores.
El Sábado de Gloria los poblados
garífunas del atlántico hondureño
realizan el denominado baile de las
Tiras y las llamadas “carreritas de
San Juan” unen en un rito ancestral
a la oriental ciudad de Yuscarán con
Tegucigalpa. Morado, Blanco, Rojo
algo más que colores, El canciller de
la Iglesia Católica de Honduras, Carlo
Magno Núñez, explicó detalles que
marcan el ritual católico durante la
Semana Santa.
Dijo que el color que predomina
sobre el altar en tiempos de
Cuaresma es el morado, que recuerda
a los feligreses que es tiempo de
penitencia y reflexión, un color sobrio
que demuestra duelo y luto.
http://www.proceso.hn/component/k2/item/67614-
Honduras--Entre-fe-y-tradiciones,-cat%C3%B3licos-
conmemoran-misterios-de-la-salvaci%C3%B3n.html
Los altares de las iglesias de Honduras y
de todo el mundo católico se visten de
este color muy significativo, no en señal
de tristeza, sino de meditación, igual la
vestimenta que usan los sacerdotes, detalló
el padre Carlo Magno Núñez. Este color es
utilizado con mayor énfasis en los cuatro
primeros días de la semana mayor hasta
que concluye la Cuaresma.
El Jueves Santo, es un día marcado por
la solemnidad, el color blanco se impone
anunciando la triple dimensión pascual
en la pasión, muerte y resurrección de
Jesucristo, que encierra el misterio profundo
de la fe cristiana.
El Jueves Santo se encuentra a un Jesús
lavándoles los pies a sus discípulos y como
punto central se instituye la eucaristía, con
la Santa Cena.
El viernes Santo, día de la crucifixión
y muerte, sobre el altar vuelve a estar el
color rojo. “Este día predomina el color
rojo en los ornamentos del altar como
signo del martirio, es la muerte de nuestro
señor Jesucristo”, señaló el sacerdote Carlo
Magno Núñez.
El sábado no existe
ninguna celebración, más
que la vigilia pascual, que
está enmarcada dentro del
gozo y la alegría, por eso
vuelve a surgir el color blanco
para pasar a la recepción
del domingo de resurrección,
día de júbilo entre el pueblo
cristiano.