Turismo Humano 13. Territorio Iberkeltia 2.0 Paisajes de la Celtiberia | Page 38

Cerro y yacimiento del Castro de Ribatajadilla © PRODESE Castilla La Mancha El Castro de Ribatajadilla J unto a la pequeña localidad de Ribatajadilla, al margen de un cauce de agua, se localiza un cerro muy destacado. Su situación elevada en medio de un amplio valle convierte a éste en un lugar excepcional para contemplar el paisaje de la Serranía conquense y su abrupta orografía. Las investigaciones apuntan a que este promontorio se trata de un asentamiento con dos momentos de ocupación, uno en la Edad del Bronce y otro en la Edad del Hierro. Los objetos encontrados en las excavaciones realizadas, entre los que destacan las cerámicas realizadas a mano con decoraciones grabadas, dan fe de la historia milenaria de este enclave. En la Edad del Hierro, el yacimiento se convirtió en un castro de época celtibérica, y es posible observar los 38 turismo humano vestigios de la característica muralla defensiva, construida a base de mampostería de gran tamaño y sillares. La muralla también servía de pared trasera de las viviendas de planta rectangular propias del urbanismo de la época. En la parte central del poblado se aprecia una calle circular que rodea completamente una sobreelevación, lo que se ha identificado como una antigua torre de vigilancia. Enclave militar Durante la época celtibérica, este tipo de yacimientos cumplían una función de control territorial, siendo dependientes de yacimientos de mayores dimensiones que hacían las veces de centro del poder político. Normalmente los asentamientos de ubicación en altura y reducido tamaño como el de Ribatajadilla se construían en zonas fronterizas para potenciar su valor estratégico. De ahí la necesidad de acentuar la defensa del poblado con una muralla. Normalmente estos asentamientos suelen estar habitados por un acuartelamiento militar. No obstante, no es extraño encontrar en ellos edificios con una clara finalidad agropecuaria, que probablemente cumplían funciones de intendencia. ((0