6. Aprender en su
cultura
U
na forma diferente de
conocer las costumbres
y la cultura de los pueblos es
hacerlo a través de sus museos. Si además, se trata de
pequeños centros de arte que
se pueden recorrer en un par
de horas, su visita se convierte
en el plan ideal para un fin
de semana. Navarra puede
presumir de contar con una
variada oferta de museos que
abarcan temáticas tan dispares como la colección personal del artista Jorge Oteiza en
Alzuza, la historia de Occidente en Pamplona, el mundo de
la brujería en Zugarramurdi, los
vinos navarros, arte moderno
francés en Tudela o yacimientos arqueológicos como el de
Arellano, cerca de Estella, que
dejan al descubierto antiguas
ciudades romanas.
Imagen derecha: Occidens, en la
catedral de Pamplona.
En el norte de Navarra, la pequeña localidad de Zugarramurdi sigue evocando tiempos
de magia y akelarres. La famosa cueva donde se celebraron
las míticas reuniones de brujas
es uno de los lugares más frecuentados por los turistas, pero
el visitante no puede perderse
el Museo de las Brujas en el
antiguo hospital del pueblo.
Imagen superior: Museo del Vino y
de la Viña de Navarra, en Olite.