Ttravesia 2021 | Page 51

La mañana antes de su cumpleaños número 11 , María le pidió a su “ familia ”, los Martínez , que le regalasen un perro . Indignados por su pedido , estos la echaron de su casa , diciendo que el único animal que habitó , pero que ya no habitaría su hogar , era ella . Entonces María tuvo que hacer lo que ya había hecho 11 veces en los últimos 11 años , lo que juraba que podría hacer hasta con los ojos cerrados : empacar sus cosas en una bolsa de basura y salir de la casa .
A diferencia de las últimas 11 veces , María decidió no ir de nuevo al centro de adopción . Pues estos se habían mostrado incapaces de conseguirle una familia adecuada y estable , con padres que no estén con muchos conflictos . Esta vez , María decidió caminar los 330 kilómetros desde San Pedro hasta Asunción , donde ella misma buscaría una familia que la quiera y la cuide .
La luna llena se filtraba entre los altos eucaliptos . El camino a Asunción era largo y duro . María debía atender dónde pisaba , para no meter la pierna en un hormiguero o pisar un pedazo de vidrio que fácilmente podría cortarle el pie , ya que estaba caminando descalza . También debía intentar caminar en la sombra , para no terminar el día con la piel incinerada y llena de ampollas como le había pasado los días previos .
Por las noches , María se acostaba en cualquier banco cercano y si no había ninguno , dormía en el piso , ignorando los bichos de la noche que punzaban su piel . Si es que María tenía la suerte de comer algo en el transcurso del día , probablemente era una guayaba , un mango , un coco o una naranja , arrancados de los árboles en su camino , pero estos eran insuficientes . Muy poca gente había sido lo suficientemente amable como para invitarle a la niña un poco de vorí vorí , chipa o asado que estaban cocinando .
María se encontraba a mitad de camino , y tan solo le quedaban 150 kilómetros . La niña había estado caminando 4 días . La carne viva de sus pies se podía ver , y su espalda estaba cada vez con más ampollas por culpa del sol . A María ya le quedaban muy pocas ganas de seguir , tan pocas que en un momento dejó que le gane el fuego que sentía en su espalda , la infección que se le estaba formando en los pies y el hambre que estaba sufriendo .
Ya dada por vencida , María se acostó en el cemento ardiente y cerró sus ojos por lo que parecerían horas , hasta que empezó a sentir algo que lamía sus pies . Se sentía refrescante , pero al mismo tiempo picaba . María abrió sus ojos y encontró a su nuevo compañero de ruta , un perro al que decidió llamar Ciclón . Juntos , María y Ciclón caminaron los kilómetros restantes en 4 días . Cuando María jugaba con Ciclón , todos los dolores que estaba sintiendo alrededor de su cuerpo desaparecían .
El cielo se había oscurecido . Normalmente esto señalaba el fin de la caminata del día de María , pero estaba tan cerca , ya podía ver las luces de la ciudad y escuchar las voces de la gente hablando . Entonces decidió seguir , ¿ qué más daño le podrían causar unos kilómetros ? María estaba tan emocionada por llegar , que se podría decir que estaba corriendo . De pronto , en un abrir y cerrar de ojos , Ciclón cruzó la autopista . María , en un impulso , corrió detrás de su fiel compañero . Un gran golpe la tiró de la autopista , Ciclón se le acercó .
María despertó en un cuarto de hospital . Una joven pareja de casados la atropelló esa noche de luna llena . Desde el minuto en el que sucedió el accidente , esta pareja no se había separado de María . Estuvieron con ella en todo momento , la estuvieron esperando cuando salió de su cirugía , pagaron sus gastos de hospital , e incluso se aseguraron de que su perro estuviera a salvo en su casa .
Una trabajadora social le había comentado a esta pareja la situación en la que se encontraba la niña . Les explicó cómo había cambiado de hogar muchas veces . Esta pareja se enamoró de María . La querían adoptar , la querían cuidar , la querían incluir en su familia , le querían dar un hogar . Y así fue . Al recibir el alta del médico , la luna seguía redonda en esa nueva noche . María despertó de su coma con una familia , en los brazos de sus nuevos padres abrazándola y con un perro , que a pesar de todo lo que había pasado , seguía vivo y seguiría acompañándola en el recorrido de su nueva vida .
Travesía • revista estudiantil 51