Cuando finalmente llegó a nosotros , el gobierno decretó una cuarentena total . La fotografía de la ciudad era algo nunca visto , las calles estaban vacías y sin automóviles , un paisaje totalmente desértico .
Al principio mis amigos y yo nos alegramos por la suspensión de las clases .
- ¡ Vacaciones ! - gritamos todos sin tener idea de lo que se venía .
Tal vez pensábamos que nos visitaríamos por turnos en la casa de cada uno . De fiesta en fiesta , con la excusa de nuestros trabajos de escuela . Pero la realidad resultó ser muy dura , puesto que no podíamos salir a las calles ni transitar sin un motivo valedero .
Mis padres no me dejaban ir a ningún lugar , mientras que la escuela empezó a funcionar de forma virtual . Las tareas fueron a distancia y los profesores tuvieron que aprender a utilizar recursos nunca antes empleados .
El resto de las actividades fueron suspendidas , es decir los conciertos , las fiestas , los encuentros sociales y deportivos . No permitían que hubiera aglomeración de personas en ningún lugar , nunca pensé que esto algún día pudiera suceder .
Hoy , después de un año de aquel inolvidable momento , aún seguimos con este problema . La incertidumbre sigue en medio de nosotros , pero con la llegada de las vacunas por lo menos ya se ve una luz al final del túnel . Algunos estudiantes ya hemos tenido la oportunidad de asistir en grupos chicos a los colegios , las calles ya no se ven tan desoladas como antes y muchas personas ya están trabajando casi normalmente .
Esperamos que todo vuelva rápido a la normalidad . Todos queremos volver a reencontrarnos con nuestros amigos y familiares como lo hacíamos antes . Confiamos en que , así como es único este momento que estamos pasando , también el reencuentro lo será .
Ese momento llegará y lo disfrutaremos todos .
Travesía • revista estudiantil 21