Así no va
brasil
Estadios con goteras, obreros que fallecen en plena obra, una grúa que se cae y rompe una parte del estadio del Corinthians, Fluminense que bajó a la B pero por una “chicaneada” lo rescata y no solo lo salvan, sino que hundieron a la modesta Portuguesa. Brasil, el simpático país, comenzó a mostrar sus garras, la parte ignorada por muchos, las negligencias y la corrupción.
Los hermanos norteños tienen un gran país pero, pese al crecimiento social y económico que han tenido en esta última década, se ahogan en un vaso de agua y por eso les sucede todo lo mencionado anteriormente. ¿Qué le falta a Brasil? Seriedad, corrección y mejor preparación para lograr el sueño ansiado de ser una potencia mundial, igual que en el fútbol.
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Energie Cottbus
Energie Cottbus fue la sensación de la Copa Alemania 1997 y a partir de esa epopeya pasaron a la dentro de su país y en el mundo del futbol, luego de haber llegado a la final y haberla perdido ante el poderoso Stuttgart. El elenco de la ex Alemania del Este era semiprofesional, y para colmo, muchos alemanes occidentales, creían que Cottbus era una ciudad de Polonia.
El equipo fue fundado en 1966 en el bloque oriental y gracias a aquella actuación hizo transcender a su pueblo, logrando que se conozca una de las grandes virtudes: los fiambres.
Los “fiambreros” llegaron a la Bundesliga en 2001, curiosamente, su equipo estaba formado por 14 jugadores extranjeros, de los cuales 11 estaban en la cancha habitualmente. Actualmente juegan en la segunda división.
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Cuando no existía la Internet y comunicarse era en un problema Atlético Paranaense, en 1992, no andaba bien pero, aún así, se fue de gira a Alemania. La gente de prensa se encargó de divulgar que iban a encarar al campeón de la Bundelisga, Stuttgart. Un periodista que nada que ver con el fútbol tenía pero era fanático del Coritiba, en un perfecto alemán se comunicó con otro colega residente en Stuttgart y la mentira se descubrió; Atlético no solo no jugó con el campeón sino que el rival era uno de los mejores de la Bundesliga 2 y su nombre era Stuttgarter Kickers de Stuttgart. La mentira duró poco y el “Furacâo” (huracán) quedó en el albo de las cargadas del los hinchas del Coritiba.
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