Travesías didácticas Nº 40 • Marzo 2023 | Page 11

Para Korczak , es necesario un giro radical puesto que el niño no es un adulto en miniatura , sino un ser que lleva en sí la totalidad de la condición humana , como decía Montaigne . Esta es la razón por la que es preciso devolverle su dignidad de ser completo . Un ser , ciertamente inacabado y frágil , que es necesario proteger de lo que él llama el homo rapax , pero un ser que ya es una persona , con sus deseos y su voluntad , su capacidad de reflexión y su libertad de acción . Un ser que a veces ha sido maltratado , lastimado y que puede experimentar legítimamente su cólera y su rebeldía . Un ser « que puede caer , dice , pero que puede también levantarse », un ser que necesita , para desarrollarse , vivir en una sociedad que le dé la posibilidad de experimentar en lo cotidiano lo que es un diálogo sereno , una justicia equitativa , un trabajo exigente , una solidaridad en acción .
Resumiendo , para Korczak , el niño no solo tiene « derechos a …» ( la protección , la vivienda , la salud , la instrucción , etc .), también tiene « derechos de …». ¿ Pero derechos de qué específicamente ? ¿ De hacer sus caprichos y de tiranizar a los otros ? ¿ De decir cualquier cosa y ser admirado incondicionalmente por los adultos ? ¿ De formar grupos bajo el control de gurús carismáticos y merodear por los barrios ? ¿ De no ir a la escuela y rechazar ciertas enseñanzas con el pretexto de que contradicen sus convicciones ? ¿ De rechazar toda forma de autoridad y exigencia ? En absoluto . Para Korczac , el niño tiene el derecho — imprescriptible a sus ojos — de vivir experiencias educativas .
Por supuesto , Korczak no es un cándido . Como Pestalozzi , hizo experiencias de ensayo que lo desilusionaron profundamente : cuando los primeros pupilos ingresaron a la Maison des Orphelins en la que había cuidado hasta el menor detalle para su confort , se comportaron como una horda salvaje y lo saquearon todo . Incluso los más dóciles , explica Korczak , se mostraron crispados . Es porque , según dice , « el niño es un hábil actor con cien máscaras diversas […]. Ingenioso y astuto , modesto y arrogante , amable y vengativo , sabio y terco , tanto que puede llevarnos por la nariz ». Peor aún , los niños pueden comportarse de un modo tan imprevisible como incontrolable cuando forman « una masa , un grupo , una banda , una pandilla ». Son entonces víctimas de la ceguera y comenten injusticias , cuando se entregan gratuitamente a la brutalidad o se pierden en el salvajismo . Korczak está tan convencido de esto que su novela El Rey Mathias describe un reino imaginario gobernado por un niño que va directo a la ruina : cuando el parlamento de los niños ordena que todos los adultos regresen a la escuela , mientras los niños ocupan , en su lugar , las responsabilidades económicas y políticas , el caos es total ; y no solo se paraliza el país , sino que el rey enemigo invade el territorio y Mathias es condenado a ser ejecutado .
Korczak no es ingenuo , entonces . No toma a los niños por lo que él querría que fuesen . E , incluso si ve en ellos a « los poetas , los pensadores , los príncipes de los sentimientos », no está menos convencido de que su educación no debe , en ningún caso , dejarlos librados a sí mismos .
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