Travesías didácticas Nº 36 • Diciembre 2021 | Page 75

Si Montessori , si Waldorf , si Reggio Emilia … todos con sus aportes invaluables . Si la pedagogía de la ternura , de la esperanza , de la autonomía , de la liberación … Como si pudiéramos enseñar sin amar , como si no fuera imprescindible mediar con ternura para que las infancias puedan aprender … El pedagogo brasileño Paulo Fraire , en su libro “ La Pedagogía de la Autonomía ” 2 reflexiona sobre saberes necesarios para la práctica educativa con base en una ética pedagógica crítica , que asume el riesgo , rescata la humildad , el criterio y sentido común , la tolerancia , la felicidad y la disponibilidad del educador . Paulo Freire resalta que la enseñanza no es transferir conocimiento , sino crear el terreno para que se produzca el aprendizaje , donde progresivamente la autonomía de los alumnos y alumnas va adquiriendo protagonismo absoluto . Es fundamental para la pedagogía de la autonomía , la alegría y esperanza , al igual que la confianza en las capacidades de nuestros alumnos y alumnas . Y luego aparece la pedagogía del amor , de la felicidad , la pedagogía del oprimido , la pedagogía de la esperanza , donde el autor rescata y examina sus escritos anteriores y expone el espíritu crítico de la esperanza . Así las cosas , me veo en la obligación casi ética de revisarme . Y me reviso en colectivo , de manera permanente , y me reviso inquieta y sin respuestas aparentes , me reviso apasionadamente ...
Apasionadamente ...
Nos encontramos con Laura , volvamos a ese escenario . Y sonreímos pantalla por medio , sonreímos con los docentes que nos acompañan mientras toman mate , té , y se regalan ese ratito para ellos mismos . Y no tenemos dudas . Debemos hablar y fundar la Pedagogía de la Pasión . Pasión definida como quien actúa con vehemencia , quien no se rinde ante las adversidades , quien se deja atravesar por lo bueno , lo malo y sigue eligiendo . ¿ Acaso puede uno encontrarse diariamente con la tarea educativa sin pasión ? Ese algo que nos hace responder cotidianamente que somos docentes , que nuestra vida tiene su pasión en las infancias . Que esa pasión es también ternura , esperanza , y todas las pedagogías juntas . Pasión que se vincula con lo bello , y que a veces nos deja dolor , desazón . Pero que siempre vuelve con la fuerza de un huracán . Un docente apasionado sabe que lo que se enseña no es solamente el saber , sino que enseñamos a ser y enseñamos a hacer . Un docente apasionado se sabe parte de una tríada maravillosa en donde nunca puede ser reemplazado su encuentro con el alumno y lo que se enseña . Un docente apasionado festeja , se enoja , se ríe , llora , patalea , pero nunca renuncia . A menudo
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Freire , P . ( 2004 ). Pedagogía de la autonomía . Editorial Paz y Tierra .
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