Travesías didácticas Nº 36 • Diciembre 2021 | Page 73

Sin embargo , hay algo que se mueve permanentemente . Se escribe la historia , se eligen las páginas del cuento . Como en esos famosos libros de “ Elige tu propia aventura ”, vamos alternando entre finales posibles . Enfrentando peligros . Creando alianzas .
Queridos contemporáneos , somos nosotros quienes estamos escribiendo este capítulo del libro . Pasaremos a la posteridad como la generación que enfrentó una de las batallas más duras , a veces con cierto éxito , otras con derrumbes , con pocas certezas y muchas dudas ... Hoy somos ese capítulo de la historia . ¿ Qué queremos que se diga de nosotros , humanidad herida , cuando pasen los siglos ? ¿ Qué habrá sido de nosotros , protagonistas inciertos , caminando en el más difícil de los episodios ? Responder estas preguntas implica , como siempre , pararse y posicionarse … Elegir el final …
¿ El final de una era ? Habiendo ( sí , amo el gerundio ) transitado ya casi dos años de desesperante y constante adaptación , volvimos a las salas donde mucho de lo que hacíamos está puesto en jaque . En una situación donde la única solución es barajar y dar de nuevo , quizá haya que comenzar por poner en el centro aquello que debe estar en el centro . En un mundo patas arriba , donde hasta la fuerza de gravedad parece estar en duda , ellos flotan en el aire … Con sus preguntas , sus cuestiones cotidianas , sus inquietudes … Nos cuestionan , nos reclaman , nos invitan a mirar el mundo a un metro de altura Muchas de sus dudas no tienen respuestas , y es en esa falta donde comprendemos que no todo puede ser resuelto de un momento para el otro ... ellos también lo están aprendiendo . Hay , sin embargo , una sensación de deuda . Hoy , tironeados por la realidad , giramos y los vemos . Nos reinventamos , luchamos , esgrimimos nuevas ideas y templamos nuevos argumentos . Ellos están ahí , son las infancias de siempre . Las que dependieron de nuestra mirada aun cuando en algún momento esa mirada tardó en llegar , o no llegó . Miradas perdidas en el mundo adulto . Quizá sea el momento para redireccionar el eje de la Tierra . Ya no seamos teocentristas , Abandonemos el antropocentrismo , Convirtamos al mundo con un movimiento al “ niñocentrismo ”, donde ellos se conviertan en el eje , el centro de todas las discusiones , la columna vertebral de todas las teorías . Es necesario recuperar la idea de que , quien educa , debe ante todo humanizar , y debe ser el
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