Travesías didácticas Nº 36 • Diciembre 2021 | Page 63

el entorno sonoro y olfativo , como elementos diferenciadores que van creando el sentimiento de límite entre lo que es yo y lo que no lo es . Se trata de una doble envoltura , una más superficial que es la que recibe las excitaciones o estímulos externos y otra que se constituye como envoltura del aparato psíquico .
La voz es una envoltura sonora que permite la representación de un yo corporal primitivo y , a su vez , constituye un contenido que emerge de un cuerpo y que se introduce a través de los oídos y los orificios de la piel y , me animo a afirmar , que en un nivel más profundo , las vibraciones sonoras resuenan en nuestros huesos creando también un estímulo que va desde el sistema óseo al resto del cuerpo .
Dentro del útero es posible oír los sonidos provenientes del exterior , como la voz de la propia madre o de su interior , como los del ritmo cardíaco o respiratorio . La cóclea alcanza dimensiones adultas alrededor de los cinco meses de gestación cuando se produce la inervación de las células ciliadas externas , y entre los seis y siete meses cuando aparecen las primeras conexiones entre neuronas , consideradas maduras . Sin embargo , aún no tienen sentido , no tienen una representación mental .
Aunque no conozco estudios que me parezcan lo suficientemente serios como para afirmar con certeza científica que es posible que haya algún tipo de registro no auditivo de los sonidos intrauterinos que experimenta el feto , tiendo a pensar que es así . Como aquellos sordos que registran en el cuerpo las vibraciones de la música y más claramente los graves . Es decir que , aunque la cóclea no esté desarrollada , el cuerpo es tempranamente sensible a las sensaciones que producen las vibraciones del sonido .
Meses después de nacer esa misma criatura podría protagonizar una escena como la que sigue :
La bebé llora en la cuna , está en su habitación , el papá está en la cocina y la escucha . Por alguna razón el papá sabe que ese llanto no es por un dolor de panza , no es porque se haya golpeado . Sabe que llora porque tiene hambre . Sin embargo , si tuviera que explicarle a otra persona cómo diferenciar el llanto de su hija por hambre del llanto de su hija por otra molestia no podría hacerlo . Se trata de una certeza intransferible . La bebé sigue llorando , el papá saca la mamadera de la heladera y la pone a entibiar en el microondas . “ Ya va , papá te está calentando la leche '', dice con el volumen justo para que su voz llegue hasta su hija , suave y envolvente . Ella ya no llora , emite unos quejidos pequeños y breves . El papá recuerda que cuando su propia madre tenía que calentar la mamadera no tenía microondas , lo hacía a baño maría en una mamadera de vidrio . Ahora son de plástico . “ Ya falta poco '', dice mientras prueba sobre la cara interna de su antebrazo la temperatura de la leche . “ Ya estoy yendo ”, dice el papá mientras camina hacia la habitación de su hija . Ahora es una voz que se acerca .
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