Travesías didácticas Nº 36 • Diciembre 2021 | Page 48

Prácticas del Lenguaje : Lectura , escritura y …
Valeria Donato
Por ello es preciso esta articulación entre las prácticas , el lenguaje escrito y el sistema de escritura . Como también los modos y posibilidades de la reiteración de las propuestas como modos de enseñar .
El espacio y el Ambiente alfabetizador
La construcción de ese espacio intervenido pedagógicamente donde las experiencias de pensamiento , juego , lenguaje y todas las propuestas de enseñanza generadas se constituyen en los diversos escenarios , donde el acceso al conocimiento sucede como derecho a partir de la experiencia . Así mismo , desde una perspectiva donde el espacio tiene una funcionalidad , transformabilidad , seguridad y estética .
En este sentido , asumimos que la alfabetización de una persona implica un proceso permanente a través del cual se inicia mucho antes del ingreso a la escolaridad avanza y amplía su capacidad para producir e interpretar textos .
Dice Nemirovsky :
“ El entorno tiene un papel decisivo en dicho proceso . Las posibilidades sociales y culturales con las que un sujeto cuenta son determinantes en su alfabetización porque para avanzar en ella requiere de textos y de usuarios de textos . Los textos por sí mismos no bastan porque , para leerlos y producirlos , es necesario también interactuar con personas que los usan , compartir sus actos lectores y escritores en toda su diversidad a fin de ir conociendo y apropiándose de las acciones específicas que se realizan en la cultura letrada . La alfabetización de un sujeto es , por lo tanto , un proceso social . Siendo esos dos elementos – textos y usuarios- indispensables para promover el aprendizaje de la lectura y de la escritura , no desconocemos que están desigualmente disponibles . Hay quienes los tienen a su alcance constantemente y , por lo tanto , cuentan con entornos alfabetizadores en sus ambientes familiares . Son sujetos que están rodeados de textos y personas que los usan y que ponen en evidencia cómo encaran y resuelven una gran variedad de situaciones y necesidades mediante la lectura y la escritura . Esas personas se constituyen en informantes idóneos acerca de cómo es el tejido y la dinámica del mundo letrado , cuáles son sus acciones , posibilidades y alcances . Los que disponen de esas condiciones en su entorno familiar , obviamente , se encuentran en situación favorable para avanzar en el proceso de alfabetización . Sin embargo , hay quienes establecen contacto con textos y usuarios sólo esporádicamente , como un hecho francamente excepcional . Es en referencia a estos sujetos donde ubicamos el papel históricamente adjudicado a la escuela : la institución a cargo de la tarea social de alfabetizar ”.
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