Travesías didácticas Nº 36 • Diciembre 2021 | Page 78

Compartiendo experiencias .
La construcción de un espacio de experiencias educativas con el aire que nos dio el virus .
¿ Por qué ante la ventana tenemos la sensación de que estamos donde no estamos ? Porque estamos donde no estamos , contesta desde un verso Jouve . ( Héctor Freire )
La pandemia va llegando . Las cifras de contagios y muertes alimentan la espera de incertidumbre . Números que anuncian sin interrupciones las pantallas del mundo el inminente arribo del virus a este continente . Quedarse en casa es la única y férrea defensa . Las notas optimistas van mostrando animales felices tomando las calles , la purificación de los ríos y hasta cómo la capa de ozono se está dando un respiro . Desde el interior de Argentina , paredes adentro , el primer encierro nos hamaca entre el temor al exterminio y la ilusión de recuperar el planeta . Desconfío bastante de la esperanza , la suelo encontrar sobrevalorada . También he descubierto el gusto por aflojarle al drama . Ni mundo mejor , ni mundo apocalíptico , vivir en este entretiempo contagio-vacuna-cura , me lleva a la búsqueda de aventuras interiores entre placares y macetas . Otra vez el llanto del niño . Un llanto que me hace pensar en lo que no . En lo que no puede un niño encerrado en un departamento pequeño . Ver a sus abueles , correr , compartir con pares , tomar el aire del árbol . ¿ Dónde encontraría él sus aventuras ? A los pocos días lo conocí . Al niño del llanto , al que no . ¡ Hola !, me dijo desde su ventana del segundo . ¡ Mirá , mirá , un pájaro ! Desde mi patiecito del primer piso los vi . Al niño detrás de la ventana y al pájaro en el cielo celeste . Quizás el vuelo nos inspiró a los dos . La misma necesidad de espacio abierto . Porque nos mostramos las sonrisas plenas y nos pusimos a conversar en voz muy alta acerca de nubes y pájaros .
Soy educadora por deseo . Esas ganas que no las esfuman ni una jubilación ni una pandemia . Se me sueltan inesperadamente , como ese día cuando conocí al niño y sin esperar , las ideas se empujaban por convertirse en propuestas pedagógicas . Planifiqué , seleccioné , preparé materiales diversos que le fui proponiendo . Mis expectativas eran altas , tanto como las frustraciones que se fueron sucediendo , simplemente porque mis invitaciones no le provocaban interés ; de vez en cuando una participación corta y a desgano , con muchas
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