Travesías didácticas Nº 33 • Noviembre 2020 | Page 3

“ Canta , la esperanza canta y con el tiempo La tristeza cambia como cambia el aguacero con los vientos
Canta , que la vida aprieta pero abraza Al que con empeño alza sus alas en el viento y se echa a andar ...”
(“ La esperanza canta ”, Marta Gómez )
Son tiempos de continuar pensando en tantas cosas …
Me convoca muy especialmente abocarme a pensar en los irrenunciables de la educación inicial y cómo se plasman en esta realidad tan compleja . Quiero destacar muy especialmente aquellos que me conmueven desde lo más profundo y me inquietan , cuando nuevamente siento y creo que perdemos el foco de lo importante . Vuelvo a preguntarme cómo es que aún no aprendimos que no son los cambios de denominaciones , ni las modas , ni las imposiciones , los que podrán permitirnos adentrarnos en el valor ético y educativo de las propuestas de enseñanza pertinentes para nuestras infancias , necesariamente sostenidas en el enfoque pedagógico que le otorga valor , sentido y significado a nuestras acciones .
Entonces , vuelvo a pensar en la intencionalidad educativa y la mirada en nuestros niños y niñas pequeños / as desde el respeto por lo que son y pueden . Nuestras infancias , que necesitan -hoy más que nunca- ser miradas desde la calidez y el cuidado que entrama lo vincular con lo educativo , desde esa mirada pedagógica que los considera como sujetos de derecho merecedores de respeto , sostén , acompañamiento y criterios consistentes y coherentes .
Y vuelvo a pensar en la educación pertinente para ellos , que detecta su ser niños y lo favorece desde las mejores instancias , que reconoce y pone de manifiesto las responsabilidades en cuanto a su formación como sujetos , como alumnos , como ciudadanos ; esos niños / as pequeños / as que incorporaron con tanta sabiduría distintos modos de vivir y nuevos términos a su vocabulario cotidiano -zoom , coronavirus- y que con tanta fortaleza sostienen lo casi insostenible de esta actualidad tan compleja … Pero ¡ ojo y mucha atención ! que pueden hacerlo cuando cuentan con adultos que desde muy cerca -aunque sin invadir sus espacios- sostienen y acompañan -como van pudiendo- el devenir de este presente con menos respiros que nunca y -como si esto fuera poco- con
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