Leer la infancia en contextos de pandemia.
Valeria Donato
laboratorio de ciencias donde suceden las mezclas, las operaciones y los productos en
el hacer de la cocina. Tareas, escrituras de recetas, listas, nociones de peso y números,
etc. El diario: como cuaderno de escritura personal donde aniden sus frustraciones,
miedos tensiones y todo lo que se desee contar como bitácora. El plano de la casa, el
cine, la correspondencia, la naturaleza en la maceta, el arte casero, etc.
Leer el lugar del director como actor fundamental
El hacer del director lo caracteriza en su modo de hacer institucional, que no se vincula
únicamente con un rol o una función, sino también con la responsabilidad de ser garante del
derecho a la educación de cada niño y niña del jardín. Atento a cada artículo que respalda la
infancia en la Convención de los derechos de los niños y las niñas. En su tarea de orientador
y coordinador encontrará los modos de acompañar a sus docentes en este nuevo ejercicio
artesanal de hacer jardín en pandemia. Deberá constituirse en la unidad de la propia institución
para repensar qué y cómo se enseña y aprende con otros equipos directivos. En su función
de lector institucional experto abrirá caminos al conocimiento en todos sus sentidos cuando
pueda leer a sus docentes. Atendiendo a aquellos con posturas indiferentes, a los que
demuestran quietud, debilidades y faltas de formación didáctica y pedagógica;
diferenciándolos de otros que permiten abrirse a la creatividad con posturas inquietas,
habilitando el mundo del jardín con algunas nuevas ideas.
Leer las voces de la infancia
Los niños necesitan ser escuchados y para ello somos los docentes los que debemos habilitar
la palabra que permita leer el mundo de la infancia, de nuestros niños y niñas, para significar
nuestras propuestas y resignificar el jardín que hoy no habitan.
Algunas preguntas que los niños se hacen:
• ¿Quién está ahora en el jardín?
• ¿Dónde están mis amigos del jardín?
• ¿Quién lo cuida?
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