Leer la infancia en contextos de pandemia.
Valeria Donato
contrario, la casa como el ámbito privado del adentro familiar, al jardín. Pero pensar el afuera
social y el adentro familiar en estos contextos, provoca rupturas en los extremos donde en
muchas ocasiones se pierde la noción de un “adentro y fuera” en esta realidad.
A partir de esto, me permito proponer estos espacios entre el “yo íntimo y el espacio con otros”,
que el aislamiento provoca al habitar un mismo espacio haciéndolo público y compartido. Por
lo tanto, podríamos proponer, por ej.: de 0 a 3 años se les construya ese lugar para esconderse
y así también a los más grandes el lugar donde leer solos o donde jugar con el juguete
preferido y hablar solo sin ser visto o escuchado. Recuperar el espacio de soledad o intimidad.
Sustentando y confiando en esas autonomías que debemos otorgar a los niños, estando cerca
pero no allí invadiendo la intimidad. Por ej. permitir estar solo en la habitación un tiempo
determinado, o en caso de que el espacio sea pequeño, indicar los límites y encontrar juntos
algunas soluciones.
Leer este nuevo tiempo pedagógico, estando cerca de los niños y las familias, pero también
entre docentes de la misma institución y haciendo oportuno, pensar con otros/as. Sabiendo
que sin un otro no es posible interpretar y hacer en estos contextos.
Proponer un nuevo tiempo pedagógico donde más que nunca sea prioritario acompañar y
orientar prudentemente en el cuidado de los niños y niñas en sus familias. Pensar una
propuesta integrada en sus posibilidades de construcción colectiva y que no se transforme en
una carrera para ver quien propone más tiempo a los chicos frente a las tareas y/o las
pantallas. Se trata de cuidar… a los que lo sobrellevan de la mejor manera, a los agobiados,
a los que no saben cómo direccionar y a los que revelen algún indicio de vulnerabilidad.
“Leer” como educadores a las familias
En las relaciones vinculares jardín-familia
que se constituyen en la diversidad
cultural y social no podemos considerar el
anclaje de un vínculo como la única
posibilidad de hacerles llegar las
actividades o propuestas del jardín. Con
que el docente haya garantizado esta
llegada, ¿se considera enlazado en
vínculo pedagógico o pensamos más allá
de esos límites? Por eso, partimos de
intercambiar las voces para acompañarlos
en la vivencia. Y además de proponer a
las familias la continuidad pedagógica
48