Travesías didácticas Nº 32 • Mayo 2020 | Page 49

singular de cada cual para enriquecer el bien común, que respete la integridad y la dignidad humanas, pero también la diversidad de nuestro entorno, su estatuto fundamental.” Tener en cuenta que el jardín como espacio físico es irreemplazable y que los tiempos con su carga horaria se desvanecen con el funcionamiento asincrónico. La bienvenida y salida del jardín, los encuentros de amigos, juegos, patio y todas aquellas oportunidades que brinda, son los lugares donde los niños recuperan su condición plena de infancia. El recuperar este tiempo familiar no apurado y destinado para mirar a los niños, escucharlos y dar respuestas a sus preguntas, para vivir con ellos el tiempo del juego, de las lecturas y narraciones, para contar las historias familiares, y todas aquellas oportunidades para ayudarlos a vivir el aislamiento aproximándose a su mundo. Poner estas posibilidades en las familias desde el fundamento profesional puede convertirse en una oportunidad para muchos niños, además del beneficio de haber recuperado los espacios de encuentro al interior de las familias, donde en muchos hogares los niños recuperaron a sus padres. Este contexto que vivimos nos brinda una oportunidad que durante largo tiempo pedimos, acercarnos a las familias para conocer qué pasa, cómo lo vive y qué siente, cómo se organiza, cada una de ellas. Hacernos presentes con “distanciamiento físico, pero con afectuosa proximidad pedagógica” (Kaplan, 2020). Quiero traer a estos momentos a nuestra querida María Elena Walsh que en su poesía - canción, la MARCHA DE OSIAS, dice: “...Quiero tiempo, pero tiempo no apurado, tiempo de jugar que es el mejor...”. en alusión al espacio de juego atemporal que venimos hablando y agrega: “...Quiero cuentos, historietas y novelas, pero no las que andan a botón. Yo las quiero de la mano de una abuela que me las lea en camisón…”. Y aquí la importancia de recuperar la memoria de la historia familiar a través de las distintas narrativas familiares. Necesitamos poner en pregunta el mundo que habitamos en el jardín para poder pensarlo en función a estos nuevos modos de continuidad en el hogar. Y aquí los límites del espacio y el tiempo en la actualidad son uno de los interrogantes que nos atraviesan. Sabemos que, tan imposible como no requerido, es transformar la casa en una sala del jardín; y en modo 47