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En estos días donde el mundo está siendo interpelado por los efectos
del COVID 19, en aislamiento preventivo obligatorio originado por
esta pandemia, se han puesto en escena el jardín, los docentes
y las familias en una realidad que nos ha obligado a abrir los
muros para pensarse en los hogares de los niños y niñas.
Contextualización
Como sociedad hemos tenido que
adaptarnos a nuevas rutinas y nuevos
tiempos, más allá de lo cual los docentes se
reconfiguraron a velocidades extremas para
seguir haciendo “escuela”, poniendo en
escena la Continuidad Pedagógica para
garantizar el acceso al derecho a la
educación de los niños y niñas del Nivel
Inicial.
Las tecnologías digitales fueron de algún
modo las mediadoras y posibilitadoras de dicha continuidad. Se pensaron otros medios para
aquellos sin posibilidades tecnológicas, pero todos en las instituciones se siguen encontrando
y siguen haciendo jardín. Construyendo sentido, sosteniendo a través de lazos amorosos a
los niños, niñas y familias, se van creando aprendizajes, anclando vínculos, sucediendo todo
en acto pedagógico haciendo visible que allí donde hay una propuesta pedagógico-didáctica
hay un jardín.
Se debió transitar una veloz acomodación como institución formal enseñante que reconfiguró
su función promotora de experiencia de igualdad, en el sentido que todos pudiesen tener
oportunidad de aprender en el marco de esta situación de enseñar particular, en un trabajo
docente casi artesanal.
En palabras de Blejmar, "la invasión pedagógica dio pie a una tormenta perfecta donde padres
alterados, chicos sobre exigidos, dificultades técnicas mediante la toxicidad del ambiente en
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Las fotos de este artículo pertenecen al CIIE Patagones, Región XXII.
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