Entre las modas con globitos de colores...
Laura Pitluk
en las de juego trabajo porque considero que va por otro carril dado que, primeramente, los
talleres pueden ser áulicos -incluidos en las unidades didácticas o proyectos, o como parte
de una secuencia didáctica- e integrados -incluyendo a los niños de algunas o de todas las
salas del jardín; también pueden llevarse a cabo exclusivamente con los niños o incluir
también a sus familias. Los talleres se basan fundamentalmente en realizar propuestas en
pequeños grupos, referidas a un mismo eje pero permitiendo que cada subgrupo realice
tareas que abonan a una producción común o a diferentes producciones de cada pequeño
grupo -materiales o no-; también se basa en articular la reflexión y la acción presentando
momentos que intercalan las del grupo total con las individuales y las de pequeños grupos,
que vuelcan en la puesta en común y la síntesis las articulaciones de las diferentes acciones
realizadas. El taller es una modalidad organizativa de las propuestas de enseñanza que
favorece, a través de las acciones que propone, el trabajo compartido y solidario, la mirada
sobre lo grupal, la autonomía y la cooperación, la búsqueda conjunta de respuestas generadas
grupalmente en función de tareas y consignas lo suficientemente abiertas para posibilitar
diferentes opciones en su concreción (profundizar estos aspectos en Pitluk, L. “La modalidad
de taller en el Nivel Inicial”, 2008, Homo Sapiens, Rosario).
En función de lo desarrollado con relación al juego trabajo, el juego dramático y los
talleres, me surgen dos preguntas:
1. ¿Por qué habría que descartar estas propuestas acordes con nuestro enfoque si
las actualizamos y si es coherente con los tres aspectos recientemente
presentados?
2. Si esto no es multitarea ¿la multitarea dónde está?
La respuesta a la primera pregunta retoma lo presentado con respecto a considerar que una
propuesta debe adecuarse a la identidad de nuestros espacios escolares, no ser de una única
manera y no debe hacer salir del escenario didáctico a las otras, sino formar parte del colorido,
variado y deseado abanico de posibilidades.
La respuesta a la segunda nos lleva de forma directa a pensar que desde siempre definimos
la importancia del trabajo en pequeños grupos, si bien en esta época – tal como ya
explicitamos- debiera incrementarse su uso cada vez más dada la complejidad de desarrollar
actividades con la totalidad de los grupos tan numerosos e intensos; también históricamente
realizamos propuestas, como las recién explicitadas, que implican la realización de diferentes
acciones por parte de los alumnos según sus elecciones. Es decir, la multitarea no es algo
nuevo, tampoco da cuenta -según mi entender- de la denominación de un tipo de propuesta
de enseñanza. Sin embargo, podemos decir que en la actualidad, bajo su denominación se
presenta una idea bastante novedosa referida a la presentación de actividades que impliquen
diversas tareas para los niños, incluso posibilitando que el docente se centre a realizarla con
alguno de los subgrupos; podría ser que los alumnos seleccionen aquella que prefieren
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