Travesías didácticas Nº 32 • Mayo 2020 | Page 40

Entre las modas con globitos de colores... Laura Pitluk en las de juego trabajo porque considero que va por otro carril dado que, primeramente, los talleres pueden ser áulicos -incluidos en las unidades didácticas o proyectos, o como parte de una secuencia didáctica- e integrados -incluyendo a los niños de algunas o de todas las salas del jardín; también pueden llevarse a cabo exclusivamente con los niños o incluir también a sus familias. Los talleres se basan fundamentalmente en realizar propuestas en pequeños grupos, referidas a un mismo eje pero permitiendo que cada subgrupo realice tareas que abonan a una producción común o a diferentes producciones de cada pequeño grupo -materiales o no-; también se basa en articular la reflexión y la acción presentando momentos que intercalan las del grupo total con las individuales y las de pequeños grupos, que vuelcan en la puesta en común y la síntesis las articulaciones de las diferentes acciones realizadas. El taller es una modalidad organizativa de las propuestas de enseñanza que favorece, a través de las acciones que propone, el trabajo compartido y solidario, la mirada sobre lo grupal, la autonomía y la cooperación, la búsqueda conjunta de respuestas generadas grupalmente en función de tareas y consignas lo suficientemente abiertas para posibilitar diferentes opciones en su concreción (profundizar estos aspectos en Pitluk, L. “La modalidad de taller en el Nivel Inicial”, 2008, Homo Sapiens, Rosario). En función de lo desarrollado con relación al juego trabajo, el juego dramático y los talleres, me surgen dos preguntas: 1. ¿Por qué habría que descartar estas propuestas acordes con nuestro enfoque si las actualizamos y si es coherente con los tres aspectos recientemente presentados? 2. Si esto no es multitarea ¿la multitarea dónde está? La respuesta a la primera pregunta retoma lo presentado con respecto a considerar que una propuesta debe adecuarse a la identidad de nuestros espacios escolares, no ser de una única manera y no debe hacer salir del escenario didáctico a las otras, sino formar parte del colorido, variado y deseado abanico de posibilidades. La respuesta a la segunda nos lleva de forma directa a pensar que desde siempre definimos la importancia del trabajo en pequeños grupos, si bien en esta época – tal como ya explicitamos- debiera incrementarse su uso cada vez más dada la complejidad de desarrollar actividades con la totalidad de los grupos tan numerosos e intensos; también históricamente realizamos propuestas, como las recién explicitadas, que implican la realización de diferentes acciones por parte de los alumnos según sus elecciones. Es decir, la multitarea no es algo nuevo, tampoco da cuenta -según mi entender- de la denominación de un tipo de propuesta de enseñanza. Sin embargo, podemos decir que en la actualidad, bajo su denominación se presenta una idea bastante novedosa referida a la presentación de actividades que impliquen diversas tareas para los niños, incluso posibilitando que el docente se centre a realizarla con alguno de los subgrupos; podría ser que los alumnos seleccionen aquella que prefieren 38