Travesías didácticas Nº 32 • Mayo 2020 | Page 25

orgullo) sino actividades posibles, factibles y que incluyan el entorno familiar; 6. Proponer actividades que aborden diferentes aspectos, la música, la literatura, las artes visuales, la exploración de objetos, los juegos…; 7. Pensar en acciones factibles de ser desarrolladas sin demasiada complejidad en cuanto a la tarea que proponen y los materiales que incluyen; 8. Incluir actividades y acciones en secuencias que permitan no solo no plantear actividades descolgadas sino también brindar un abanico de opciones que abran las posibilidades de elección y concreción, reconociendo que es más sencillo pensar y recibir una serie de “tareas” relacionadas entre sí; 9. Pensar en secuencias que presenten dos o tres contenidos/saberes mencionados y la serie de actividades pero que no se conformen como una planificación escolar típica con todos sus componentes y organización, reconociendo que las unidades didácticas y proyectos no son las organizaciones más recomendables para estos tiempos; 10. Hacer hincapié en las posibles acciones en función de algunos saberes / contenidos / conocimientos, pero sin priorizar la comprensión por parte de las familias de los mismos como “la organización escolar de conocimientos”; 11. Proponer encuentros virtuales -de ser posibles- de los niños con sus educadores, con el apoyo de las familias para que sean posibles, presentando juegos, lecturas de cuentos, canciones… para poder verse, intercambiar, seguir conectados desde la virtualidad; 12. Ubicar a la evaluación en un plano de menor importancia dado que en este momento es muy complejo para los educadores y no es función de las familias; 13. Evaluar los intercambios y participaciones especialmente las directas -si fueron posibles- “mirando” a los niños prestando especial atención a sus gestos y señales, escuchando sus palabras; a su vez, reflexionar sobre las actividades enviadas, seleccionar las siguientes en función del análisis de lo realizado, diseñar las próximas retomando lo necesario y significativo, ir incorporando aspectos diversos pensando en una “mirada evaluativa” alejada de la impronta de la evaluación escolar típica; 14. Revitalizar el vínculo docentes-familias estableciendo -de ser posible- diálogos y encuentros virtuales sobre temáticas de interés y abordando aspectos vinculados con sus niños y niñas, individuales, grupales y por pequeños grupos organizados con criterios específicos; 23