Entre las modas con globitos de colores...
Laura Pitluk
instituciones educativas…podemos retornar paulatina y respetuosamente “con gloria” a
aquello que nos identifica y queremos seguir conservando, siempre aceptando que “cambia
todo cambia pero no cambia mi amor por más lejos que me encuentre ni el recuerdo ni el dolor
de mi pueblo y de mi gente… y lo que cambio ayer tendrá que cambiar mañana…”. A su vez
aceptando que (como plantea Bernardo Blejmar 4 ) “los estados emocionales se contagian” y
las escuelas son espacios candentes para eso, necesitando siempre y mucho más en la
actualidad, responsabilizarnos de generar conciencia de las posibilidades y la confianza en el
presente y en lo que vendrá. Y, por sobre todo, respetando los tiempos de extremo cuidado
que van a ir dando lugar a otros más flexibles, que paulatinamente nos permitirán ir incluyendo
otras acciones y volviendo a reestablecernos como sociedades -más bien como sociedad
mundial- que no olvida y aprende de las crisis, ubicándonos una vez más en las utopías
posibles. Este es mi mayor deseo.
Y acá nuestros/as/es niños, niños, niñes a los cuales de repente se les modificaron abrupta y
tangencialmente los escenarios, las costumbres, las modalidades vinculares… de un modo
tan difícil de comprender especialmente para su ser infancias que necesitan de un encuadre
claro y conciso, de reiteraciones creativas de los códigos familiares, escolares y sociales, de
certezas plenas de construcción, participación y autonomía.
Vamos a recibir, además, familias desbordadas, que a fuerza de pulmón sostuvieron en sus
múltiples posibilidades a esos niños muy pequeños confundidos, que aprendieron a valorar
¿más? ¿mejor? – a veces hasta a la fuerza- a los docentes y las escuelas, que se
subdividieron en diversas tareas y sentimientos encontrados… entonces, si no dejamos de
lado estereotipos y peleas, difícilmente podremos recuperar lo pertinente, valorar lo
importante, aceptar los cambios necesarios.
Sostengo con convicción una mirada fuerte en relación con todo lo mencionado,
considerando que debemos elegir qué sostener porque aún tiene sentido, que modificar
porque ya no lo tiene y como ir retomando paulatina y espiraladamente aquello que
decidamos mantener y nutrir, ya sea de la misma manera o asumiendo otras formas
posibles. Esto también incluye aquellas propuestas que le otorgan identidad y sentido
a nuestra Educación Inicial, a las que por lo tanto no queremos renunciar, pero que sin
embargo debemos actualizar a nuestra realidad contemporánea y nuestro enfoque
educativo actual (acciones que se vinieron desarrollando todos estos años). Me refiero,
entre otros posibles, a los talleres recientemente mencionados, al juego trabajo / juego
en sectores, al juego dramático/centralizado; estos aspectos se abordarán más
adelante en este artículo.
4
Ver en Pitluk, Laura y otros (2017), "La gestión escolar. El desafío de crear contextos para hacer y estar bien". Ed. Homo
Sapiens. Rosario.
18