Travesías didácticas Nº 32 • Mayo 2020 | Page 71

Cuando se es docente, a veces resulta difícil pensar qué es la Literatura lejos de la mirada tan particular que tiene la escuela sobre ella. Lo mismo sucede con otras manifestaciones artísticas que cuando entran en las aulas y salas se transforman en recursos para enseñar algo. Las expresiones artísticas son tan antiguas como la humanidad, porque se puede afirmar que es una necesidad vital para las comunidades de hombres y mujeres, producir arte en todas sus manifestaciones: música, danza, artes visuales y por supuesto, literatura. No sucede lo mismo con la escritura, que es una producción social relativamente reciente y que no aparece en todas las culturas, solo la necesidad de recordar gran cantidad de datos crea el registro escrito; cuando la memoria deja de ser confiable, en ese momento aparecen los sistemas de escritura. Entonces, tenemos una manifestación artística, la Literatura, tan vieja como la humanidad; y un producto social, la lengua escritura, mucho más moderna. En la actualidad, las dos aparecen muchas veces en las instituciones escolares, unidas a la hora de hacer propuestas de alfabetización. En ese momento, se presenta un problema, cómo transmitir una experiencia artística sin que quede contaminada por otras necesidades didácticas, en este caso cómo seleccionar y transmitir textos literarios con un propósito estético y no como un recurso más a la hora de enseñar a leer y escribir. Las Prácticas del Lenguaje: A mediados de la década del ’90 del S.XX cambian los planes de estudio para la formación docente de nivel inicial, y aparece (en la Ciudad de Buenos Aires y en algunas provincias) una 69