Travesías didácticas Nº 32 • Mayo 2020 | Page 27

le otorgan coherencia y unidad de sentido a las secuencias didácticas y la serie de actividades que se proponen, abierta y flexible a fin de que los familiares puedan elegir entre opciones y repetir lo necesario. Si la planificación es siempre un boceto anticipatorio que nace para ser modificado, un entramado de componentes en función de las metas educativas, una herramienta que revitaliza la tarea pedagógica, un instrumento que permite anticipar, prever, organizar, evaluar… en estos momentos sostiene su razón de ser, pero adecuándolo al contexto actual. 2. La evaluación, implica siempre una problemática imposible de terminar de revelarse y resolverse considerando la identidad de la Educación Inicial y las fortalezas del enfoque pedagógico que nos sostiene en las decisiones y acciones; en este contexto que ensambla lo escolar y lo familiar esto obviamente se profundiza y complejiza; entonces se hace necesario primeramente decidir desde que modelo educativo pensamos a la evaluación, o sea -en relación con los alumnos-… ¿ponemos X en casilleros estancos que nos obligan a establecer si fue muy logrado poco o a medias cuando nos referimos a aspectos que están en proceso de formación y consolidación en los niñes (que además tantas veces ni son posibles de ser enseñados en la escuela) o presentamos una evaluación de los alumnos que aborda de manera amplia, compleja y reflexiva sus procesos de apropiación de los conocimientos impartidos? Adhiero a la segunda opción, reconociendo las dificultades para su concreción y el largo camino que aún nos debemos para encontrar sus mejores opciones (Ver en “Propuesta para realizar los informes de los niños en Nivel Inicial”, Revista Travesías didácticas Nº 11, Diciembre 2011 y Spakowsky, Elisa, 2011, “Prácticas pedagógicas de evaluación en el Nivel Inicial: desarrollo histórico, análisis crítico y propuestas superadoras”. Ed. Homo Sapiens. Rosario). Quisiera (en función de tantos pedidos y comentarios recibidos) poder presentarles la formulación de una posible guía de evaluación que los ayude en la concreción de las solicitudes y necesidades. Esto sería contradictorio con el enfoque educativo que sostengo desde mis ideas y mis entrañas, con la mirada acerca de la evaluación a la que adhiero en coherencia con el mismo y con mis ideas acerca de lo educativo en estos tiempos de pandemia. Por lo tanto, retomo la idea de que docentes, directivos y supervisores/inspectores podrán realizar las evaluaciones conjuntas y flexibles (dada la coyuntura) de sus acciones, siendo estas un aporte a las nuevas búsquedas de las tareas a desarrollar y las acciones a concretar. Todo lo trabajado, especialmente con niños y familias desde la virtualidad, será retomado y ¿evaluado? al retornar a la escuela presencial. En relación con los niñes, solo me atrevo a pensar en algunos puntos posibles de ser abordados desde una “mirada evaluativa”: 25