Travesías Didácticas Nº 31 • Diciembre 2019 | Page 27
contenidos y aspectos necesarios de ser trabajados en conjunto y otros que implican un mejor
desarrollo cuando los niños realizan tareas en grupos reducidos, intercambian y resuelven
entre ellos mientras el docente transita por los diferentes subgrupos acompañando,
sosteniendo y favoreciendo los aprendizajes de los contenidos y las posibilidades grupales.
Como se explicitó anteriormente, los docentes pueden observar e intervenir de forma diferente
cuando cuentan con la posibilidad de “mirar” a los pequeños grupos y rotar por ellos mientras
se desarrollan las tareas; para que este logro sea intenso e interesante, las propuestas no
deben implicar la necesaria presencia del docente en ninguna de ellas sino centrarse en la
auto regulación grupal; por otra parte, el docente no debe detenerse demasiado tiempo con
un pequeño grupo ni distraerse de la mirada sobre todos los alumnos, ya que su tarea debe
basarse en el sostén y enseñanza distribuida entre todos. Por este motivo es necesario
intercambiar las propuestas en subgrupos y grupo total, y siempre realizar con el grupo
completo una puesta en común y un cierre retomando lo trabajado y los contenidos
presentados.
“Uno de los temas que tiene que resolverse para trabajar en pequeños grupos en el aula es
de las agrupaciones del alumnado. Es posible enunciar algunos criterios que orienten la
formación de los pequeños grupos. Ciertamente, existe un amplio abanico de posibilidades en
el momento de formar las agrupaciones, y no puede decirse que unas sean más adecuadas
que las otras: sería más acertado decir que sirven a distintos objetivos.
La Cantidad de integrantes de cada pequeño grupo
En primer lugar, podemos hacernos la pregunta de cuál es la cantidad idónea de integrantes
de cada grupo. Como plantean Marti y Solé (1997), no existe un número que podamos
catalogar de idóneo y, también, depende de un conjunto de factores. Shaw (1989) recoge
distintos estudios sobre el tamaño del grupo y muestra las posibilidades ganancias y pérdidas
de rendimiento con el aumento o disminución del número de integrantes: con el aumento del
tamaño del grupo suele disminuir el tiempo de que dispone cada miembro para participar,
cuesta más hacer que participen todos, hay más tendencia al monopolio de la participación de
una parte, hay más dificultades para que se pongan de acuerdo, y en algunos trabajos
disminuye el rendimientos de los alumnos y alumnas.
Reducir el número de integrantes limita los conocimientos de que dispone el grupo para
afrontar la atarea encomendada. Proporciona más posibilidades de participación a todos,
tiende a equilibrar la cantidad de intervenciones y facilita el consenso.
El tipo de actividad y el objetivo que pretendemos con ellas es uno de los factores clave para
decidir el tamaño del grupo: para un programa interactivo de ordenador, por ejemplo, dos
25