Travesías didácticas Nº 28 • Septiembre 2018 | Page 9

Etimológicamente, espacio significa "estadio o campo para correr". Desde estas definiciones podemos decir que el espacio tiene relación con el movimiento, con el cuerpo y con la motricidad. Por otro lado, afirmamos que los cuerpos transitan el espacio, lo modifican y a su vez el espacio modifica a los cuerpos que lo transitan; se trata a nuestro entender de “habitar un espacio” (Calmels). No es sólo un espacio ocupado por un cuerpo, se trata también del cuerpo proyectado: de la mirada, del olfato, de la escucha, de la actitud. "Yo soy el espacio donde estoy", escribió el poeta Noel Arnaud 4 . Asimismo, en esta acción entre unos y otros que modifica el espacio y viceversa, existen sitios que podríamos decir que son los rincones, el centro, los lados. En este caso diríamos que el rincón puede ser vivido como refugio, como un alivio, pero a la vez, separa para producir otras posibilidades. En palabras de Bachelard 5 “Todo rincón de una casa, todo rincón de un cuarto donde nos gusta acurrucarnos, agazaparnos sobre nosotros mismos, es para la imaginación una soledad, es decir, el germen de una cuarto el germen de una casa(...) El rincón es un refugio que nos asegura el primer valor del ser: la inmovilidad. Es el local seguro, el local próximo de mi inmovilidad. El rincón es una especie de semicaja, mitad muros, mitad puerta“. Ahora bien, no es un espacio en un lugar cualquiera es el espacio escolar que consideramos importante revisar junto con algunos autores 6 . El espacio escolar, que con sólo mencionar se nos representan imágenes de aulas, patios, comedor, biblioteca, entre otros. Podríamos decir que este es un espacio donde prima el ser continente de la tarea docente, un medio de la labor educativa, donde la rigidez e inflexibilidad están presentes (Gutiérrez Pérez, R). Desde esta idea primitiva que se mantuvo en los inicios del sistema educativo, nos interesa volver sobre la idea de que quien transita un espacio es modificado por él y al mismo tiempo el espacio lo modifica al sujeto; es en este último sentido que consideramos que el espacio escolar necesita perder rigidez, que se requiere pensar espacios pluri-funcionales donde quienes lo transiten encuentren su lugar, su rincón, su inmovilidad para crear, o su red de encuentro con otrxs. Según “La vida en las instituciones” 7 se define el espacio considerando su aspecto físico y los elementos materiales que en él se hallan. En los diversos espacios se establece un sistema de relaciones entre niños y adultos, entre los mismos niños, y entre todos los miembros de la comunidad educativa. A este entramado de interrelaciones e interacciones entre el espacio y los sujetos lo denominamos ambiente. En ese ambiente organizado por los educadores, se desarrolla cotidianamente la propuesta pedagógica y se convierte en el “territorio vital” en el que los niños aprenden. Para los niñxs, el espacio escolar va llenándose de connotaciones educativas, afectivas y culturales porque influyen en sus comportamientos, relaciones y vínculos con los otrxs niñxs y adultxs. Por eso, el espacio en los jardines de infantes requiere tener en cuenta no sólo la accesibilidad y seguridad, sino también los aspectos estéticos, culturales y simbólicos. 4 Noel Arnaud, citado por Bachelard G. (1975) en La poética del espacio. Bachelard, G. (1975) La poética del espacio. Segunda edición. Fondo de cultura económica. México. 6 Gutierrez Perez, R; Cano, M. I.; Lledo, A. 7 Ministerio de Educación de la Nación (2014) La vida en las instituciones. - 1a ed. - Ciudad Autónoma de Buenos. 5 7