Travesías Didácticas Nº 22 • Julio / Agosto 2016 | Page 14
Desafíos actuales de la Educación Inicial
Lic. Laura Pitluk
funciones y nuestros propósitos, incluyéndonos en propuestas que son pertinentes para el
nivel siguiente o que caducaron con el paso del tiempo, no beneficiando a nuestros alumnos
actuales y enquistándonos en modelos repetitivos que no conducen a aprendizajes
significativos, y nos obligan a obligar a los niños pequeños a realizar actividades sin sentido con suerte disfrutadas- pero distanciadas del sujeto autónomo, participativo y creativo que
queremos formar.
Últimamente me ayuda sintetizar las problemáticas acerca de los enfoques en un “titulo” que
denomino: “más allá del perro de Pavlov”, porque el mismo da cuenta de la idea de alejarse
de aquellas propuestas y acciones que implican la asociación lineal entre un estímulo
condicionado (el sonido de la campana para Pavlov -la canción “A guardar a guardar”, por
ejemplo, para el Nivel Inicial) y una respuesta esperada, única y manipulada desde afuera
para lograr dicha asociación. ¿Qué diferencia existe entre el perro de Pavlov que saliva cuando
suena la campana, aunque no aparezca la comida que es en realidad lo que naturalmente le
provocaría la salivación y el niño que comienza a guardar con solo escuchar la primer y
musicalmente desagradable estrofa de la canción, o enterarse que si responde
“correctamente” recibirá caramelos o será la locomotora del tren?
2- Los niños en el centro de las escenas educativas, los vínculos de cuidado, respeto y
enseñanza. Los alumnos como sujetos de derechos. La autoridad y los vínculos
institucionales.
“¿Será posible pensar, expresar, vivir la educación como una experiencia, como un
experimentar, sentir y aprender que “nos” ponga en juego desde la imaginación, la
sensibilidad, la relación entre el hacer y el decir, la relación entre las palabras y las cosas, la
pregunta abierta, el quedarse pensando y probando, el quedarse sorprendidos?
¿Sería posible sin dar por supuesto quien es y ha de ser cada uno y cada una, y abriendo y
explorando posibilidades de ser, sueños de ser, deseos de ser?
Evidentemente, todo esto es más fácil de formular, de soñar que de vivir. Pero necesitamos
de los sueños, de la imaginación, para abrir el deseo” (Skliar y Larrosa).4
Como se ha mencionado en muchas oportunidades, no hay nada más importante que el afecto
y los vínculos de sostén y respeto hacia los alumnos en general y hacia los alumnos más
pequeños en particular. Las relaciones educativas sensibles y comprometidas son la columna
vertebral de las acciones escolares. Claro que, si bien sin ellas todo pierde sentido, no son lo
único que enmarca la responsabilidad pedagógica de las instituciones educativas, cuya
función es enseñar y favorecer los aprendizajes.
Centrándonos en lo más importante, nuestros alumnos y sus procesos, es necesario volver a
destacar que no hay nada que justifique un niño pequeño llorando, una lagrima en sus ojos de
la infancia, la tristeza en un rostro infantil.
El sufrimiento evitable, ese que depende de nuestras acciones y actitudes, de nuestras
miradas atentas y cálidas, de nuestra entrega al cuidado y el afecto…ese es nuestro mayor
desafío educativo en la actualidad.
4
Skliar y Larrosa. (comp). (2009). “Experiencias y alteridad en educación”. Homo Sapiens. Rosario.
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