Travesías didácticas Nº 21 • Marzo / Abril 2016 | Page 52

La planificación de Prácticas del… Marcelo Bianchi Bustos escolar y otras que se van trabajando en determinados momentos pero en relación con las primeras. Se plantean cuatros situaciones habituales que aparecen: las de intercambio, las de lectura y escritura, las de la organización y uso de la biblioteca de la sala (que implica actividades tales como la exploración de todos4 los materiales de lectura disponibles; registro individual de préstamo de libros, agenda mural de lectura; armado y circulación de bolsas viajeras; recomendaciones orales y escritas para la cartelera del jardín, lectura de biografía de autores, etc.) y el cuarto grupo de actividades permanentes está constituido por los textos literarios que serán leídos o narrados por el docente a los niños. Como le lectura de lo literario no debe ser caótica y desordenada se propone un recorrido con distintas características. En los meses de marzo y de abril se inicia el recorrido con leyendas y mitos de la Argentina5. Se comenzará primero por leyendas y luego por mitos para partir de lo más cercano y luego ir hacia lo más complejo y atemporal. Tanto una como otras, por ser de tradición oral podrían ser narradas por el docente para atraparlos con la historia y con el recurso maravilloso de la palabra. En el mes de mayo se propone seguir la obra de un autor (en el ejemplo aparece Liliana Cinetto pero hay gran cantidad de autores que podrían ser leídos como Elsa Bornemann, Graciela Montes, Adela Basch. Ricardo Mariño, Javier Villafañe, Gustavo Roldán, etc.). Esto le posibilitará – por medio de una buena selección por parte del docente – de disfrutar de historias (en este caso leídas para ver el estilo del autor), temáticas, personajes comunes, etc. En el mes de junio la propuesta consiste en trabajar con historias (podrían ser cuentos o poesías) que tengan algún personaje como constante, se propone aquí los ratones pero podrían ser lobos, princesas y príncipes (con el recaudo de no caer en las versiones alejadas de los textos originales y reduccionistas de Walt Disney), etc. Para los meses de julio y agosto se propone un recorrido con los libros álbumes, un formato textual atractivo en el que el paratexto ocupa un lugar de especial importancia. Con ellos los niños podrán, solos o en pequeños grupos, leer las imágenes y con la ayuda del docente buscar la relación entre lo que se cuenta en la historia y la manera en la que se complementa el sentido gracias a la presencia de la imagen. La literatura folclórica aparece una vez más en los meses de septiembre y octubre de la mano de las canciones, poesías, rondas y nanas. Toda esa literatura oral y anónima (y también puede ser de autor) es una excelente oportunidad para disfrutarla, cantarla, jugar con ella en el recreo, vincularla con las familias y con las que ellos puedan llegar a conocer. Con todo el “trabajo” anual, en el mes de noviembre se propone la lectura de una novela para niños, en este caso concreto El pequeño Orbis Pictus de Alicia Zaina. Esta obra consta de 14 capítulos y un epílogo y puede ser leída por entregas a los niños, es decir, cada día un capítulo, retomando día tras día lo leído con anterioridad. En ella se narra la historia de un pequeño libro que fue olvidado en la parte as alta de una biblioteca y que vive una serie de aventuras ayudado por sus amigos. Es una manera de cerrar el año con el libro, el gran compañero que los niños han tenido a lo largo del año. 4 La palabra “todos” implica que el niño debe tener acceso a todos los libros y que no debe existir en la sala libros que por su valor no puedan ser usados por ellos pues el tema del valor y del cuidado de los materiales es un contenido de enseñanza que debe ser trabajo por el docente. 5 Se podrá cambiar y ampliarlo a América latina o de otros países si existen alumnos de otras nacionalidades. 50