Travesías didácticas Nº 21 • Marzo / Abril 2016 | Page 17

trata de fragmentos que se basan en escalas de valoración, los textos varían un poco, dentro de opciones preconcebidas. En las descripciones y análisis de lo que las experiencias pudieron significar para cada niño, las redacciones se abren y se vuelven singulares, asumen mayor responsabilidad y autoría. Veamos, en cambio, un ejemplo donde las reiteraciones o variaciones no parecen justificarse del mismo modo: - “A Mateo le gusta mucho jugar en la huerta del jardín. Cuando vamos a cuidar las plantas, expresa gran alegría y elige las herramientas que más le gusta manejar”. - “Valeria juega en la huerta del jardín, actividad que la entusiasma. Al hacerlo, elige sus herramientas preferidas (la regadera) y se integra en el juego con los demás”. - “A Julián le encanta jugar en la huerta del jardín. Cuando vamos a la misma, con entusiasmo elige las herramientas que desea usar y participa con gusto de las distintas propuestas”. A diferencia del primer ejemplo, donde las reiteraciones y variaciones eran funcionales a la diversidad de mensajes y a la necesaria economía de esfuerzos que se tiene en cuenta cuando han de redactarse muchos informes, en este nuevo ejemplo la búsqueda de variantes parece destinada más a satisfacer una expectativa de variedad de la directora que supervisará los informes, que a la eficacia comunicativa. Con distintas palabras, los fragmentos dicen más o menos lo mismo, que además es poco, y poco interesante. En suma, entonces: hay datos en los informes que vale la pena redactar en forma idéntica, para economizar energías. Por ejemplo: encabezados, frases de inicio y cierre de cada sección, párrafos que describen cuestiones referidas a la dinámica del grupo en general. Otras partes del informe, en las que se comenta el modo de desempeño del alumno en ciertas dimensiones de contenidos que se hallan más o menos tipificadas (como los grados de dominio de ciertos lenguajes o los momentos que se atraviesan en un proceso típico) pueden ser escritas con redacciones que admitan variaciones sutiles, pero relevantes. En estos casos, como hemos mostrado antes, siempre será mejor emplear escalas analíticas que escalas meramente cuantitativas (siempre, a veces, nunca, etc.), de suyo más pobres. Finalmente, habrá un volumen central del informe que estará centrado en las valiosos observaciones y reflexiones del docente, surgidas de sus observaciones, y en este punto es necesario que la escritura se desarrolle libre de estructuras y moldes. Imaginando escrituras En esta sección, volcaremos algunas ideas para la escritura, que pretenden ser más un disparador para el despliegue creativo que un modelo a seguir. Muchas veces, cuando iniciamos una escritura tan protocolizada e institucionalmente atravesada como la de los informes, podría resultar útil contar con un menú de alternativas para iniciar la confección de algunas ideas. No para encorsetar la escritura, sino para dotarla de algunas herramientas que podrían complementar la redacción espontánea frente a la hoja en blanco, que para algunos es una invitación abierta al disfrute, pero que también, como sabemos, puede 15