Travesías didácticas Nº 21 • Marzo / Abril 2016 | Page 48
La planificación de Prácticas del…
Marcelo Bianchi Bustos
La planificación de las diversas situaciones didácticas de Prácticas del
Lenguaje y Literatura que se desarrollarán en la sala a lo largo
del ciclo escolar es una tarea compleja que necesita evaluar lo
que se hizo el año anterior para tomarlo como punto de partida,
llegar a acuerdos, revisar estrategias, pensar colectivamente
en función de los propósitos y los objetivos de la enseñanza.
Pero esta complejidad no puede significar que las situaciones
que se dan en el aula (hasta las que pueden ser consideradas
– erróneamente - como de menos importancia como leerles a los
niños un cuento) no sean planificadas y sean dejadas al azar.
Cuando se piensa en una planificación anual se hace referencia a un documento elaborado
por todo el equipo docente y directivo que irá teniendo modificaciones a lo largo del año pero
que permite unificar criterios y hacer que todas las acciones se guíen por tres principios
básicos del trabajo docente: continuidad, diversidad y coherencia. Llegar a estos acuerdos
no es sencillo pues requiere no sólo compartir miradas comunes sobre el acto educativo,
sobre las actividades que se van a desarrollar sino también compartir una misma perspectiva
epistemológico – didáctica en torno a la enseñanza del objeto de estudio.
Como ya han escrito varios especialistas cuando se hace referencia a las Prácticas del
Lenguaje se está considerando al objeto de estudio de la lengua pero no desde sus
aspectos formales sino a la lengua en uso, en situaciones concretas en las que un hablante
deba usar todos sus conocimientos lingüísticos para poder comunicarse. Esta perspectiva es
ideal para el trabajo en la sala pues es en el nivel inicial donde se producen las interacciones
más interesantes entre los diversos hablantes que van descubriendo un mundo distinto, el
de las palabras en su contexto y con todo su poder creador que puede ser utilizado con
distintos propósitos. Pero cuando se habla de las Prácticas del lenguaje también se hace
referencia a la Literatura por la íntima relación que existe entre ambas (aunque muchos
diseños curriculares la separen – con acierto – de ella). La literatura en el nivel inicial debe
ser pensada como una introducción al mundo de los libros, de las historias que pueden ser
narradas o leídas y que ven formando desde las edades más tempranas a un lector en
potencia. Como producto artístico no sirve para nada más que para ser leída y disfrutada
(por el goce estético o acompañándola de algún juego) y esto lleva a la gran tarea del
docente que es la de mediar entre el mundo de los libros y el de los niños.
Estas concepciones epistemológicas deben plasmarse en la planificación y es necesario que
sean compartidas por todos los docentes para que de esa forma los aprendizajes de los
niños tengan una continuidad a lo largo de toda a escolaridad.
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