canasta en mano nos vamos a visitar la granja, para correr a los patos, darle de comer a las
ovejas, acariciar los conejos, caminar por los frutales, recolectar nueces, contemplar el paisaje
rural y sentir el aire puro jugando con las hojas.
Las familias acompañando adaptaciones, pero también participando de talleres para construir
algún elemento de juego, de reflexiones y formaciones sobre alguna problemática de crianza,
para recibir a la “Bibliocleta” el día del libro, cuando viene los textos y cuentacuentos de la
Biblioteca Popular del barrio a visitarnos.
Tres momentos que hacen a nuestra cultura institucional: tres encuentros de familias cada
año, pero familias en el sentido amplio, nonos, tíos, vecinos/as, hermanas…a matear en
Chacra de Luna (parque temático agroecológico articulado con La Huella), a pintar remeras
en el mes de las familias, y a cortar la calle en una gran kermesse para celebrar las infancias
allá por agosto o septiembre.
Y las muestras de fin de año, donde se cosecha lo sembrado y se comparte. En el Museo-
taller de Chacra de Luna, una nochecita cálida de diciembre brillan las creaciones de los/as
protagonistas de esta historia curados con un criterio estético y pedagógico mágico por cada
educador/a, quien pone toda su creatividad para contarle a la comunidad todo lo que hemos
caminado y conquistado cada año.
Reuniones de informes con mates y bizcochos, riendo y llorando, familia y escuela por el
proceso transitado, por caminar de la mano con cada niño/a, con sus posibilidades y
necesidades, sus errores y aciertos, con su humanidad integral y ecológica, en una interacción
intencional y “diseñada” por profesionales y seres sensibles. Valores infranqueables. Acuerdos
aceptados. Acción – reflexión en equipo. Red de personas tejiendo una trama que sostiene
una nueva humanidad.
Quien escribe es quien viene trabajando y dedicando la vida desde hace más de 10 años a
construir un barco que nos lleve por mares de tolerancia, respeto y amor. Y haciendo caso a
Antoine de Saint-Exupéry, cuando dijo «Si quieres construir un barco, no empieces por
buscar madera, cortar tablas o distribuir el trabajo. Evoca primero en los hombres y mujeres
el anhelo del mar libre y ancho», hemos podido avanzar, y nuestro gran barco ya está en el
mar: con un grupo de hombres y mujeres, padres y madres, y una comunidad que acompaña,
hemos logrado poner en pie nuestra Escuela Olga Cossettini, que naciendo en 2018, da
continuidad a la Escuela Infantil La Huella en los niveles oficiales y obligatorios (jardín de 4 y
5 años y primer grado)…pero esto queda para otra edición si mi amiga, sostén guía y gran
maestra Laura Pitluk me regala otras páginas.
Los esperamos por Colonia Caroya para encontrarnos en el creer y el crear un mejor
presente.
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