Travesías didácticas Nº 30 • Abril 2019 | Page 68

Una educación para la paz... Stella Mary Figueroa Para iniciar un Proyecto Educativo desde la Paz es preciso que como docentes podamos interpretar la realidad y su propia complejidad, observar la necesidad de comprensión entre personas, pueblos y culturas diferentes y la de las relaciones particulares entre familiares, que están cada vez más amenazadas por la incomprensión. Porque la comprensión hacia los demás requiere de la tolerancia con los otros y con uno mismo. La Paz es un desafío para los sistemas educativos latinoamericanos. Este artículo es el resumen de la Ponencia presentada en la III Bienal Latinoamericana y Caribeña de Infancias y Juventudes. Desigualdades, Desafíos a la Democracia, Memorias y Re-existencias que se realizó en agosto del 2018 en Manizales, Caldas, Colombia. En su devolución el jurado nos dio la tarea de divulgar esta necesidad en nuestros países, es por esta razón que les trasmito ideas que invitan a pensar en la posibilidad de transitar la educación desde la perspectiva de Paz como una posibilidad de encuentro entre docentes, docentes y alumnos, docentes y sociedad. Tejiendo hilos Para intentar un trabajo de Educación para la Paz es necesario armar un “tejido” en donde cada hilo es una pregunta que convoca conceptos y desafía la ilusión, la esperanza y el sueño de un Proyecto que ingrese a las escuelas y a las prácticas docentes, para hablar de Paz. Dice Silvina Ribotta (2011): “Puede parecer novedosa (y hasta ingenua) la insistencia pedagógica de la relevancia de la educación para la paz y los derechos humanos, olvidando los compromisos, las luchas, las argumentaciones y desafíos metodológicos que la humanidad viene realizando en pos de una educación realmente comprometida con la paz como estrategia para lograr un mundo más justo.” Es necesario despejar primeramente los interrogantes y sus definiciones, encuadrando este enfoque pedagógico en el Paradigma de la Complejidad. Pensar en la complejidad implica no solo la complejidad educativa sino también y creo más importante, la humana. Sorprendentemente cuando se indaga sobre educación para la paz aparecen vacíos 66