Travesías didácticas Nº 30 • Abril 2019 | Page 45

el deseo de jugar los niños y niñas deciden iniciar el juego mientras construyen objetos y escenarios de juego. En las salas de 2 años fundamentalmente, luego de observar sin interrumpir sus búsquedas, la intervención docente resulta necesaria para provocar ese pasaje, en el que por deseo de los propios niños/as se inicia el juego cuando el docente les acerca el formato a ser aprendido como una estructura predecible. La intervención docente durante el desarrollo del accionar exploratorio se focaliza primeramente en la observación de lo que hacen los niños y niñas con el material, luego puede ayudar en la resolución de problemas y si es necesario, realizará acciones conjuntas mostrándoles otras formas posibles de construir. Paulatinamente, irán abandonando el campo de la realidad donde se hizo presente la exploración para entrar en el campo ficcional del juego. Recordemos que la actividad de exploración puede convertirse en juego cuando los niños y niñas lo deseen, siendo éste su propósito en el Juego Trabajo, pero es preciso tener en cuenta, que no necesariamente toda exploración termina siendo un juego de construcciones. o en el sector de juegos de mesa se pueden incorporar los materiales del kit de la Ludoteca Escolar ya que permiten organizar juegos con reglas explícitas y anticipadas. La mayoría de estos juegos tienen el mismo reglamento, pero hacen referencia a distintos ámbitos de la experiencia social, de esta manera se mantienen los aspectos operativos y se modifican los aspectos figurativos del juego. El propósito de estos juegos es facilitar el aprendizaje del sistema de reglas y que al mismo tiempo pueda ser transferido a distintas situaciones de la vida cultural, con lo cual, sería posible enriquecer y ampliar el capital cultural de los niños y niñas de manera integrada al desarrollo de los procesos cognitivos complejos. A los juegos ya existentes como rompecabezas, loterías, dominós, se incorporan cartas españolas y temáticas, y dados, para trabajar contenidos matemáticos. Además, los bowlings, que permiten la construcción de las relaciones propias de los juegos de puntería, los contenidos matemáticos y el registro de los puntajes. Es importante tener presente que los juegos que se juegan en este sector son juegos que necesitan de un tiempo singular para ser aprendidos, y a la vez, de un tiempo plural para aprender a jugar con otros. A veces, es el/la misma docente quien se sienta a jugar con uno o dos niños/as, otras veces son los mismos niños y niñas quienes se enfrentan al desafío de las reglas, ¿cómo se juega? ¿qué tengo que hacer yo y qué tienen que hacer los otros? ¿cómo darme cuenta si estoy ganando o estoy perdiendo? pueden ser preguntas habituales. En cada pregunta, en cada acción individual y grupal, se va tejiendo una trama narrativa en la que van poniendo en acto sus saberes, recordando que sólo sienten que están jugando cuando comprenden las reglas del juego, es decir, que solo se reconocen como jugadores cuando entienden qué hay que hacer. Atender a ello es responsabilidad del docente para conocer lo que saben, lo que pueden hacer solos y con otros, a la hora de seleccionar los contenidos y ofrecer los materiales de juego. 43