Travesía 2019 3 | Page 35

Lía Duré - 10.° grado El valor de la vida ¿Cuántas veces durante la larga historia de la huma- nidad se ha sacrificado la vida de personas inocentes  por creencias ignorantes o fanatismo religioso y político? ¿Cuántas guerras fueron iniciadas por motivos egoístas, con el objetivo de alguna ganancia personal de riqueza, poder o territorio, que resultaron en la pérdida sin sentido de millones de vidas? El rey Agamenón de Argos y Micenas se vio enfrentado a este dilema unas semanas antes de la Guerra de Troya, en Áulide, Grecia. Estancados en Áulide por la ausencia de vientos, los soldados estaban impacien- Travesía • revista estudiantil tes por continuar su ruta hacia Troya. El oráculo, Calcas, recibió un  estremecedor mensaje de la Diosa Artemisa di- rigido al Rey Agamenón. Como los dioses podían solicitar el sacrificio de una vida, esta ordenó al rey que sacrifi- cara a su primogénita, Ifigenia, para que reaparezcan los vientos. Si no obedecía recibiría el peor de los castigos de manos de los soldados desesperados. ¡Imaginen el conflicto interno del rey ante tal exigencia! ¡Cuánta vacilación, cuantas interrogantes, cuántas dudas! Sin embargo, con la decisión final de sacrificar a su pro- pia hija, demostró su cobardía y debilidad. Un rey realmente poderoso, un padre lleno de amor por su hija nunca hubiera accedido a cumplir el deseo de Artemisa. Agamenón se dejó influenciar por la presión del pueblo y su imagen resultó ser más importante que la vida de Ifigenia. Al realizar este imprudente acto, Agamenón nunca encontró la felicidad. Como está escrito en Proverbios 21:21 “El que va tras la justicia y el amor halla vida, prosperidad y honra”. Aga- menón se equivocó al no defender la vida ante todo y al hacer esto pecó de injusticia y falta de amor. Si al menos se tomaba el trabajo de buscar formas para salvar a su hija e ir a Troya, quién sabe, lo pudo haber conquistado todo. El tercer punto en contra de la ejecución de Ifigenia es que uno puede cuestionar con argumentos lógicos que existiera relación alguna entre los vientos y la vida de una joven. ¿Qué tiene que ver una cosa con otra? ¿Por qué ne- cesariamente reaparecerían los vientos una vez que Ifige- nia muriera? ¿Y, cómo podía Agamenón estar seguro de que Artemisa cumpliría con su parte del trato? A pesar de tener todas estas dudas, el rey tomó la decisión errónea y acabó con la vida de su hija. Queda demostrado que Agamenón no debió tomar la insensata decisión de inmolar a su propia hija. Fue una de- cisión basada en fundamentos vacíos, sin peso alguno. Se hizo evidente su ignorancia igual que su cobardía. Tomó la salida más fácil en lugar de luchar por la vida de su pri- mogénita y por sus principios. Como consecuencia directa de su error sufrió la pérdida de su honor y prosperidad. Sucumbió a las creencias populares en vez de utilizar su inteligencia y lógica para darse cuenta de que no existe relación entre la vida de Ifigenia y el cese de los vientos. 35