y clásico, ella comienza a actuar de tal manera,
suponiendo que eso lo atraería. Y lo mismo pasa
con Hugo. Todo esto produjo mucha angustia y
ansiedad entre ambas personas, pero finalmente
se terminan casando, no por amor sino más bien
por sus intereses.
Existe un rasgo literal entre el título y la for-
ma de narración, pues esta se da en la estructura
de dos diarios personales, los de Hugo y Ana. La
parte literaria se demuestra por la forma en que
el autor relata dicha historia, expresando una si-
tuación y buscando las palabras indicadas para
que el lector entienda. Mario Halley Mora es ca-
paz de realizar esto mostrando ambas perspecti-
vas de los personajes en las mismas situaciones.
Al mismo tiempo el autor demuestra un lado
simbólico, utilizando a los diarios que represen-
tan los sentimientos de dichos personajes.
El centro de interés gira en torno de los
diarios y los sentimientos que ambos perso-
najes desarrollan en la historia. Por un lado se
descubre la interesante faceta de Ana. Ella es
una mujer que vive con su padre en una casa
muy prestigiosa, está soltera y tiene muchas
ganas de casarse, (es mayor que Hugo). Por otro
lado, Hugo es un hombre de 25 años, pelo ne-
gro y latino. El no tiene muchos medios econó-
micos, y la razón por la que le atrajo Ana fue
porque parecía tener mucho dinero, o al menos
eso sugieren la casa y el coche que tenía.
Este cuento adquiere un matiz humorístico
cargado de escenas simpáticas, donde el amor
pasa a un segundo plano siendo el malenten-
dido el eje principal de toda la trama a lo largo
de la historia.
El aspecto sobresaliente del cuento es el
romance “falso” de Ana y Hugo, ya que ambos
no se conocían pero por tener ganas de casarse
acaban en el altar. Con esta idea en la cabeza
tratan de ser o parecer el indicado para la otra
persona, pero terminan equivocándose y unidos
a alguien que de veras no conocen.
Travesía • revista estudiantil
El escritor usa figuras literarias para enrique-
cer la historia, la mayoría de estas aparecen en
el diario de Ana del siguiente modo: “Le mandé
a Pocholito que le mirara el dedo mientras ayu-
daba a bajar los muebles.” (metáfora)... “ojos pro-
fundos como el mar.” (símil)... “de los que gustan
de convertir a la mujer en vaporosas apariciones
celestiales.” (hipérbole)... “dejando que el sol ma-
ñanero jugueteara con mi suelta cabellera.” (per-
sonificación)... Podemos considerar que la razón
por la cual todas estas figuras literarias aparecen
en el diario de Ana es para señalar la delicadeza
y el sentimentalismo de la mujer. En contraposi-
ción, la redacción masculina en el diario de Hugo,
nos muestra el parco lenguaje de la mayoría de
los varones en el siglo pasado.
Un aspecto importante que el escritor Mario
Halley Mora busca con sus cuentos es vincular la
historia narrada con alguna característica de la
identidad del Paraguay. En ese sentido, “Los dos
Diarios” guarda relación con la realidad paragua-
ya en que muchas mujeres, en el apuro de ca-
sarse, se involucran con muchachos como Hugo
que solo las usan. Tras el matrimonio viene el
arrepentimiento. Por otro lado, si observamos el
plano psicológico, veremos que las acciones de
Ana trajeron confusión a la mente de Hugo; ella
creía que el hombre buscaba a una mujer perfec-
ta y celestial, por eso se mostró de esa manera
ante Hugo, creyendo que eso lo iba a atraer.
Un valor paraguayo representado en la histo-
ria es la sociabilidad que provoca la aproximación
e interacción de los personajes.(Me saludó y yo le
contesté «ruborizada».) Un antivalor paraguayo
que surgió fue el prejuicio y la incomunicación
entre los personajes. (Ayer me casé con Ana. Pero
pasa algo raro: ¡Qué cambiada está!)
El valor literario y socioantropológico, junto
al estilo de escritura y el lado humorístico, ha-
cen que esta historia de Mario Halley Mora sea
no solo muy interesante, sino también divertida
de leer.
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