mundo de ficción. La verdad es que esto sucede muy a
menudo en el mundo real sin percatarnos de ello ya que
existen personas a las que les cuesta muchísimo socializar.
El maniquí es el centro de interés ya que Marcial la imagi-
na como si fuera una mujer de verdad.
Toda la acción del cuento sucede frente a una vitrina
donde pareciera que Marcial, a medida que transcurre el
tiempo, sufre de los efectos del enamoramiento y frenesí
que van en aumento. Lógicamente, se trata de un amor
imposible.
El cuento ofrece una mezcla de sentimientos de amor,
esperanza y decepción. Por lo que se deduce que tiene un
fuerte componente ético ya que nos enseña algo impor-
tante para la vida: que el amor sea imposible o real, trans-
mite esperanza para todos los que la buscan.
Mirando a los personajes podemos concluir que Mar-
cial es muy creativo y tiene mucha imaginación. El ma-
niquí, aunque no sea una persona real cobra vida en los
sueños de Marcial. El autor logra transmitir que el amor
puede tener muchas facetas; así como existe el amor fra-
ternal, paternal y entre amigos, también existe el amor de
fantasía. En este caso nos muestra que uno puede imagi-
nar y encontrar algún día a la chica ideal.
Sin embargo, el cuento presenta un problema cuando
Marcial ve el interior del maniquí, se siente decepcionado
y se rompe el encantamiento hacia la chica ideal, pero eso
es solo una fase que él está atravesando, hay un cambio en
su punto de vista respecto a la vida.
Un personaje secundario, como lo es el decorador, es el
responsable de la vestimenta del maniquí. Si el decorador
no le hubiera vestido al maniquí de blanco, Marcial no se
hubiera imaginado casándose con su chica ideal. Todo esto
ayuda a entender mejor el cuento y tal vez no parezca cier-
to, pero todo lo que Marcial dice se origina en lo que hace
el decorador. En este punto de la historia tanto el decorador
como el maniquí son personajes arquetípicos ya que el uno
viste y arregla la apariencia del maniquí mientras que el ma-
niquí solo debe posar en la vidriera para vestir su mejor gala.
Marcial representa los valores de la nobleza, el roman-
ticismo y el amor, mientras que el maniquí representa la
belleza de la chica ideal. Por otro lado, él manifiesta cierto
egoísmo y baja autoestima, además es inseguro para ha-
blar con alguien o conquistar a una chica real.
Vale la pena reiterar que el cuento nos lleva a pensar
en un amor imposible que el personaje desarrolla hacia un
Travesía • revista estudiantil
maniquí, por lo que se genera un conflicto en la misma
conciencia de Marcial.
Este cuento presenta dos características literarias. Por
un lado, es simbólico ya que la historia representa a un
amor platónico. Puede verse que “Marcial se detuvo a
contemplarla, con embeleso en la mirada. Esa noche su
insomnio se poblaba de imposibles marchas nupciales y
de blancas coronas de azahares”. Por otro lado, es literal
porque todo lo que expresa en el relato de la historia es
realista. Puede verse cuando “Marcial pasó por la acera y
vio por primera vez el maniquí, casi no le prestó atención”.
En el cuento se mencionan palabras claves que vinculan
el ambiente con nuestro país por ejemplo, cuando se men-
ciona que “llegó un día de agosto, ventoso y frío” lo que
hace que las personas se refugien en los comercios y en los
bares de la ciudad. Así mismo, cuando se dice: “esta vez se
detuvo, por el imperio de aquellos ojos que tenían un extra-
ño color de azúcar quemada” el azúcar quemado que nues-
tras abuelas utilizaban para decorar y endulzar un budín, un
flan, o un cocido con leche. Los azahares eran típicas flores
que prosperaban en el invierno asunceno “Marcial se detu-
vo a contemplarla, con embeleso en la mirada. Esa noche
su insomnio se poblaba de imposibles marchas nupciales y
de blancas coronas de azahares”. Por último cabe destacar
que las tiendas de ropa exhiben sus prendas por medio de
un adornado maniquí: “La imaginación del decorador había
concebido para ese día una vestimenta blanca, sedosa, que
envolvía el cuerpo gracioso como un vestido de novia, y de-
jaba deslizarse por detrás una larga cola”.
Por lo tanto, se deduce que este cuento, por las carac-
terísticas y descripciones que presenta podría ubicarse fá-
cilmente entre los años setenta y ochenta de nuestro país
en donde todavía no existían los centros comerciales y la
gente tenía que caminar cuadras y cuadras para llegar a su
destino laboral o de compra.
Finalmente, debemos decir que los cuentos de don Ma-
rio Halley Mora son magníficos y emotivos, son recomenda-
bles para cualquier lector ya que él encuentra la manera de
representarnos en la descripción de sus personajes, de un
modo realista y detallado. En las historias de sus cuentos se
hallan palabras y mensajes claves que nos recuerdan cómo
era el Paraguay de aquellos años, con sus momentos bue-
nos y malos. También nos evoca cómo era la niñez de aquel
tiempo. Si queremos aprender algo sobre nuestra identidad
como paraguayos, debemos leer los cuentos de este escritor.
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