razones: levantar su ego, impresionar, sentirse poderosos, manipular, mantener
control y muchas otras razones. El hombre, en muchos casos, utiliza la mentira
con el fin de conseguir una relación carnal con una mujer. Comienzan el engaño
exagerando sus cualidades, ya que el hombre tiene el instinto de sentirse po-
deroso para ocultar la idea de sentirse ‘‘insuficiente’’, impresionando de alguna
forma, buena o mala, a la mujer, utilizando su mentira, maneja a la víctima como
desea. Para mantener el control, algo esencial durante la manipulación, algunos
hombres recurren a cierta violencia.
En la obra de Tirso de Molina, Isabela, una duquesa de Nápoles de belleza
angelical, es una de las primeras víctimas de don Juan. Para poder engañar a la
duquesa, don Juan finge ser el caballero de la ama, Octavio. Don Juan entra a la
habitación de la duquesa la habitación completamente oscura y haciendose pasar
por su amado Octavio, abusando de ella sin que lo sepa. La duquesa se da cuenta
de que se trata de la voz de otro hombre, la misma grita, avisando a los soldados
y al rey. Al término de su ‘‘visita’’ a la duquesa, el burlador se escapa con la ayuda
de su tío, embajador de España. A consecuencia de lo sucedido, la duquesa Isabela
fue deshonrada por el burlador y encerrada en una torre por las acciones de su
abusador. Culpado por la deshonra de su amada, Octavio también tuvo que esca-
parse para evitar la cárcel y la muerte. A través de este evento podemos observar
cómo la fornicación era penalizada con la muerte, y que el robo de la virginidad
fue causado por la mentira de don Juan Tenorio.
Otra de las víctimas de Don Juan fue Tisbea, una pescadora de Tarragona,
engañada con la promesa de matrimonio. Con todo un plan de escape preparado
hasta con las yeguas de la víctima, don Juan promete a Tisbea el matrimonio con
retóricas mentiras. En una oscura noche la convence y la lleva a su cabaña para
aprovecharse de ella. Al amanecer, Tisbea sale de su cabaña gritando y lamen-
tándose del engaño de don Juan, que había profanado su honestidad y su hogar.
Huyendo con las yeguas de la pescadora, deja a aquella, que siempre se había
burlado de los hombres, burlada también.
El protagonista de esta obra se burlará de la mujer en muchas ocasiones y con
su falsa imagen s iempre se saldrá con la suya, pero al final Tirso de Molina tendrá
un castigo para el burlador con la intención didáctica del honor. En el siglo XVII,
el honor simboliza la virginidad de la mujer como lo más preciado. Deseo subrayar
que no trato de defender al género femenino como libre de mentiras, solo quiero
resaltar cómo las mujeres sufren de abusos. Cada día, las mujeres son víctimas de
abuso en manos de hombres mentirosos. La verdad es que los llamaría mentirosos
y ladrones. El ladrón es aquel que te roba y el mentiroso es aquel que te roba el
derecho a la verdad. Todas aquellas que sufren del ataque a su cuerpo son roba-
das de su dignidad. En conclusión, el honor es lo más preciado que poseemos y lo
debemos proteger con la verdad.
Travesía • revista estudiantil
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