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En tercer lugar se encuentran los factores Políticos. Desde la edición del Imperio Romano, se ha visto que el tener mucho territorio equivale a tener mucho poder, y ese pensamiento no ha cambiado en la contemporaneidad. El dominio de grandes territorios abarca también el control de vías y zonas estratégicas, sumamente importante cuando se busca comercializar con otros países como se está dando últimamente. Por último, el factor ideológico, en el cual se dice que las potencias tuvieron como fin civilizar y evangelizar a esas sociedades que se consideran bárbaras y poco cultas. Se imponen, entonces, valiéndose del pensamiento que el más fuerte es el que debe controlar. Se puede decir entonces, teniendo en cuenta estos factores, que el imperio Británico ha sido el mas representante de ellos, y esto ha dado a muchos conflictos territoriales entre países que buscan ese poder previamente mencionado.
Otro cambio que se ha dado es el de la importancia del consumo. Esto, como fue anteriormente planteado, se dio gracias a la segunda Revolución Industrial, donde dos elementos, la tecnología y el descubrimiento de una nueva energía, coincidieron para que esta se diera. Esto aumento de manera significativa la producción, ya que de la maquina de vapor se pasó a utilizar electricidad y combustible fósil, influyendo enormemente en la mecanización de los procesos, haciendo las maquinas mucho más rápidas y efectivas que cuando se usaban el vapor. También se han empezado a utilizar metales resistentes para la creación de trenes, automóviles y barcos.
La generalización como tal del consumo de todo tipo de producto y servicio ha tenido un gran triunfo en las ciudades, ya que cada vez se acercan más y más personas a ellas a trabajar. Cada vez más se ven marcadas las brechas sociales entre los que pueden salir adelante y los que por razones económicas y sociales no. Este grupo trabajador e insatisfecho ha ido conformando lo que se considera una nueva clase social llamada movimiento obrero. Son ellos quienes laboran todos los días para crear los productos que la sociedad tanto necesita. Sin embargo, no son dueños de los medios de producción. Esto es lo que Karl Marx, filósofo y economista, argumenta en contra de este sistema que se ha venido manejando. Él comparte la idea de que el que produce debería ser propietario de los medios de producción, ya que es lo justo. Se oyen rumores de cambios, revoluciones que buscan acabar con las clases sociales y permitirle a todos tener las mismas oportunidades.