TRABAJO SOCIAL | Page 175

175 - Baja autoestima: la sociedad los percibe como inútiles, lo que repercute en que ellos mismos lo crean así. - Bajos ingresos: la sociedad ha creado sistemas para que los viejos dejen de trabajar, pero estas alternativas creadas disminuyen sus posibilidades económicas. - Abandono familiar (físico o emocional): hay una sobreexigencia hacia la familia, el Estado deja en manos de ella la responsabilidad de muchas cosas, entre ellas, el hacerse cargo de sus viejos, no facilitando el proceso de ajuste de la familia. Ello conlleva a un desgaste y a una percepción del viejo como carga. - Sentimiento de carga social: producto de que los beneficios que se les entregan tienen una connotación de caridad, lo que rebaja su dignidad La asistencia es parte de la intervención con A.M., a diferencia de otros grupos etáreos, por lo menos mientras no se dé un cambio cultural respecto de la visión que se tiene de inutilidad de los viejos, y que exista una acogida. En este sentido, el trabajador social debe cuidar que este tipo de acción no rebaje la dignidad del adulto mayor. Para trabajar con adultos mayores se requiere una cierta atracción hacia el grupo etáreo. Es importante cuestionarse si realmente uno se siente capaz de trabajar con ellos, conocer su realidad y comprometerse con ella.