Trabajo de Investigación Escrito - Los Horrores de las Bombas Atómica Los horrores de las Bombas Atómicas y la amenaza | Page 6

6 LA GUERRA EN EL PACÍFICO Ley de Neutralidad Para adentrarnos en el marco que podemos considerar el comienzo de un oscuro día para la humanidad, cuando comienzan a dar señales referentes a permisos políticos o licencias para la construcción de armamento, aunque sin fines crediticios como Lozano (2016) afirma: Al iniciarse la Segunda Guerra Mundial, Estados Unidos nunca había sido del todo neutral, a pesar de que la campaña presidencial de Roosevelt así lo había proclamado, porque sus simpatías estaban al lado de los aliados. En 1939, el Congreso estadounidense aprobó la Ley de Neutralidad, por la cual dicho país podía vender material bélico, siempre y cuando no fuera a crédito, ante la experiencia de la Primera Guerra Mundial (p. 82). Con esta ley se le da legitimidad a la contrucción y desarrollo de armas nucleares, con las cuales el mundo conocera el horror más grande que pueda haber creado el hombre para daño de sus semejantes. Los Kamikazes Esta fue la respuesta nipona contra los portaviones creados por para atacarles sin la necesidad de acercarse, a su vez los nipones crearon los Kamikazes para su defensa de estos portaviones como Diaz (2008) nos menciona: Su declive en el mar llevó a los japoneses a crear el cuerpo de aviadores suicidas llamado kamikazes, que proyectaban sus aviones contra los barcos norteamericanos. En unos tres mil ataques hundieron 81 naves y dañaron 195, provocando la muerte de unos cinco mil marinos y un número mayor de heridos (p.241). Los Japoneses con su fiera tenasidad y el “régimen militarista de Tokio, decidido a luchar hasta el final, no contemplaba la posibilidad de la rendición” (Martínez, 2006, p. 210), hizo que los jovenes suicidas se aventuraran a dar su vida en protección del gane de la guerra según su tradición de darlo todo hasta el final como lo reflejan “sus primeras acciones en octubre de 1944 en la batalla del golfo de Leyte, en Filipinas, la batalla naval más importante de la guerra. Los kamikaze hicieron gala de un gran coraje y determinación” (Bourker, 2002, p. 62).