Trabajo de Investigación Escrito - Los Horrores de las Bombas Atómica Los horrores de las Bombas Atómicas y la amenaza | Page 30
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Para los “hibakushas” el sufrimiento de la Guerra no ha finalizado y debe sentirles
incertidumbre pensar que toda una vida de dolor no ha sido suficiente para comprender que es
sencillo empezar un conflicto, pero que no hay forma de saber cómo finalizará. Cerca de su final
se preguntarán cuantas generaciones más de “hibakushas” serían necesarias y mientras no exista
una respuesta, la bomba atómica no dejará a Hiroshima ni a los seres humanos en paz
Algunos testimonios de personas sobrevivientes de las bombas atómicas lanzadas en
Hiroshima y Nagasaki
La siguiente autora destaca el testimonio de Sumiteru Taniguchi; un sobreviviente del
lanzamiento de la bomba nuclear en la ciudad de Nagasaki.
(Nakao, 2013) Sumiteru Taniguchi, víctima de la bomba de Nagasaki, observa una foto
suya tomada en 1945. Sus horrorosas quemaduras han requerido aproximadamente 17
intervenciones quirúrgicas.
La historia de Sumiteru Taniguchi:
“Tenía 16 años. Iba en bicicleta por la calle cuando la bomba atómica estalló a 1,8
kilómetros de distancia. La explosión me quemó la espalda y la piel de mi brazo derecho
quedó colgando desde el hombro hasta la yema de los dedos. La mayoría de la gente a mi
alrededor no tenía a nadie que les atendiera y murieron suplicando por agua. Pasé dos
noches en la ladera de la montaña hasta que una brigada de rescate me encontró a la
mañana del tercer día y me trasladó a un puesto de socorro situado a unos 28 km. Fui de
un centro a otro hasta que me dieron el alta en el Hospital Naval de Omura en marzo de
1949. Durante ese tiempo sufrí unos dolores tan horribles que muchas veces, cuando me
hacían las curas, gritaba: ‘¡Qué alguien me maté, por favor!’. Entre los supervivientes de
la explosión atómica, hay quienes se suicidaron tras decir que no podían soportar otra
intervención. Como alguien que sabe de lo que habla, siento que tengo la responsabilidad
de vivir mi vida hasta el final. A veces cuesta mucho. Seguiré luchando hasta que se
prohíban todas las armas nucleares de este mundo. A todas las personas que lean esto les
pido que piensen en sí mismos como unos padres que están construyendo un futuro
brillante para sus hijos”