Ciencia ficción pura y dura
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El viaje fue corto pero el tiempo que duro fue suficiente para hacer pensar a todos en los riesgos y en valorar las vidas de cada uno, lo que suponían también el éxito o el fracaso de la misión. Cuando llegaron al punto de perforación, señalado con el haz luminoso del láser, las ideas de precipitación que en un principio se habían extendido como pólvora, por las palabras de Aron, habían desaparecido de la mente de todos menos la de este, entonces Aron apretando el interfono se comunico con Sofía.
Aroon.-A que potencia tienes el láser.
Sofía.-A un cinco por ciento, preparado para aumentar.
Aroon.-Bien Sofía, auméntalo un uno por ciento por segundo durante un minuto y lo dejas al sesenta y cinco por ciento treinta segundos, después muestreamos y si no hay suerte lo aumentas de la misma manera hasta el cien por cien y perforas un minuto más.
Entonces Sam intervino.- Estamos muy cerca chicos, alejaros todos a una distancia de seiscientos metros de la fuente de calor y Aron no te impacientes, Sofía con un sesenta y cinco por ciento bastará hasta que llegue el equipo de contención, cuando este colocado podrás perforar a placer.
Aron, alejándose de la perforación con su vehículo, a la distancia indicada por Sam dijo.-bien ¡todos nos hemos alejado lo suficiente!, Sofía empieza a aumentar la potencia a mi señal. Tres, dos, uno, ahora.
La luz del láser empezó a brillar a cada vez a mayor intensidad, hasta adoptar un rojo que hacia sombra sobre todos los presentes, un minuto después de adoptar esta tonalidad, se escucho un crujido seguido de una nube de polvo y un temblor de tierra.
Sam grito por todos los interfonos.- alejaros, alejaros todos, y el pánico se apoderó de la expedición, por suerte los vehículos poseían un sistema de emergencia para adoptar velocidades de hasta